La solidaridad contra las llamas: «Quiero echar una mano, para lo que haga falta»

Irene Quirante y Andrea Jiménez

Viernes, 15 de julio 2022 | Actualizado 16/07/2022 00:56h.

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«Quería apuntarme, no sé si podré ayudar en algo». Esta frase se repite una y otra vez en el puesto de Protección Civil desde este mediodía. «Seguro que sí, aquí todas las manos son bienvenidas», responde con simpatía Paula, una de las personas del equipo.

Acto seguido, la joven apunta en una libreta el nombre y el número de teléfono. «Llamadme si hace falta, no importa la hora», inciden algunos de los voluntarios antes de despedirse.

La solidaridad no entiende de edades, nivel de estudios o perfil económico y así se refleja en la lista, que no deja de crecer con manos dispuestas a colaborar. Intérpretes de idiomas, conductores, agentes de medioambiente, enfermeros, psicólogos, estudiantes, gente con parcelas para animales... Personas de todos los perfiles insisten en que quieren aportar su granito de arena para acabar con el incendio que está atacando «la joya» de Alhaurín El Grande, como algunos se refieren a su sierra.

«Nosotros nos hemos venido sobre las tres de la tarde porque hemos escuchado que nos podíamos apuntar como voluntarios y no queríamos quedarnos de brazos cruzados». Lo dice Javier, de 21 años.

Tanto él como sus amigos han ayudado a descargar botellas de agua y comida para los desalojados que se han acercado en varias furgonetas y esperaban junto al Puesto de Mandos, con el móvil en la mano, por si en algún momento se les necesitaba.

Profesionales de la hostelería también colaboraron acercando bocadillos, fruta y refrescos. «En estas situaciones, no nos vamos a poner restricciones para ayudar», resalta Marina, quien regenta el Bar La Huerta Del Niño.

Junto a ella están otras amigas y vecinas de la Cofradía de la Santa Veracruz, también de Alhaurín El Grande, que movilizaron varios vehículos para llevar provisiones al Puesto de Mandos. «Sabiendo lo que está pasando era impensable estar sin hacer nada», señalan. A estas horas, todavía continúan acercándose personas ofreciéndose voluntarias.