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Manuel, Óscar, Luis, Natalio, Sergio y Mauro debían colgar el casco y entregar el uniforme el próximo lunes después de que un juzgado de Málaga anulase la repetición de la prueba de natación que les dio acceso a su plaza de bomberos hace cuatro años. Si bien, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les ha dado ahora la razón, ordenando así que se mantenga su condición de funcionarios. «Aún no nos lo podemos creer, hemos pasado un infierno», reconocen.
A cuatro días de que los bomberos afectados se quedaran en la calle, recibieron una llamada de su abogado. Eran las diez de la mañana. Y, aunque la esperanza es lo último que se pierde, ellos ya ideaban a marchas forzadas un plan B para seguir manteniendo a sus hijos y pagar sus hipotecas. Hasta que el letrado les comunicó el fallo del Alto Tribunal andaluz.
«La retroacción de las actuaciones acordada no ha de conllevar la pérdida de la condición de funcionarios públicos de quienes fueron nombrados, debiendo mantenerse en su condición con todos los derechos correspondientes», declara. Los seis miembros del Parque de Bomberos de Benalmádena ya no pudieron escuchar nada más. «Estamos súper emocionados, la incertidumbre nos estaba rompiendo», explicaba a este periódico Manuel Fernández (48 años) momentos después de conocer la noticia.
El TSJA, en su sentencia -a la que ha tenido acceso SUR- hace referencia a la doctrina de los terceros de buena fe del Tribunal Supremo. «Aquellos que superan un proceso selectivo anulado o declarado nulo, y obtuvieron plaza, deben ver respetada su situación cuando sean ajenos a la causa determinante de la nulidad o anulación y así se justifique por el tiempo transcurrido desde la obtención de la plaza», describe.
En esta línea, el letrado desde hace unos meses de los seis bomberos, Pepe Verdugo, manifiesta que ellos «son absolutamente ajenos a todo lo que ha ocurrido» y que, aunque «la realidad de seis familias podría haberse visto truncada», la justicia finalmente «ha atendido a sus peticiones». Con 30 años de trayectoria, el abogado asegura que este ha sido «uno de los casos más crueles» que le ha tocado afrontar. «Me encontré a seis personas abandonadas», reconoce.
Los hechos se remontan al 11 de febrero de 2021, cuando el Ayuntamiento convocó las pruebas para cubrir seis nuevas plazas de bombero en el parque del municipio. La de nado se desarrolló en la playa de Malapesquera y, como era época de pandemia, se decidió que los candidatos fueran saliendo de uno en uno con un minuto de diferencia para evitar que compartieran espacio.
Ante la cantidad de postulantes, las pruebas empezaron a las diez de la mañana y terminaron a las dos de la tarde, lo que provocó que algunos opositores alegaran «dudas» sobre la igualdad de las condiciones debido a las «cambiantes condiciones del mar». Y eso fue precisamente lo que alegó uno de los postulantes cuando finalizaron las pruebas.
El Ayuntamiento lo estimó y decidió que se repitiera la natación. Las seis personas que finalmente se alzaron con las plazas habían pasado solo la segunda prueba de nado. De los once que aprobaron la primera, solo dos consiguieron superar el resto de fases, aunque sin plaza. Uno de estos últimos decidió llevar el asunto a los tribunales y le dieron la razón.
El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Málaga dictó sentencia hace unos meses y mandó «retrotraer las actuaciones administrativas para que el tribunal calificador realice una nueva propuesta considerando únicamente a quienes habiendo superado la primera prueba de natación, hubieran superado a continuación el resto de pruebas, cuyos resultados se mantienen y no se ven afectados por la nulidad». El pasado 18 de julio, el titular del órgano judicial emitió un auto el cual instaba al Consistorio a que ejecutase la sentencia.
«No se trata solo de un empleo, sino de toda una vida construida en base a un sueño y un sacrificio constante. Dejarlo todo para opositar. Pasar noches en vela estudiando. Renunciar a otras oportunidades laborales confiando en una plaza que ganaron con esfuerzo», lamentaban hace unas semanas. Pero, toda angustia ya es pasada, el Tribunal Superior de Justicia andaluz ha estado de su lado; el lunes volverán a enfundarse en el traje y ponerse el casco.
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