Segundo atraco a una farmacia de La Roca en 48 horas: entra con un cuchillo y roba una caja sin dinero

Los hechos ocurrieron este jueves 16 de febrero, en una farmacia que queda a apenas unos metros de la asaltada el pasado martes día 14. Según pudo saber este periódico, el sospechoso se dio a la fuga tras robar una caja registradora, aunque no consiguió su propósito, ya que la misma se encontraba vacía.

En esta última ocasión, al parecer, el individuo esperó a que no hubiera clientes en el negocio. La profesional que se encontraba en el mostrador rápidamente sospechó al ver que esta persona entraba con la capucha puesta y con el rostro prácticamente cubierto.

Instantes después, el individuo exhibió un cuchillo y anunció que se trataba de un atraco, tras lo que la mujer y el resto de empleados que había en la farmacia se marcharon del establecimiento por una puerta de salida secundaria.

El sospechoso se quedó solo en el local y vio su oportunidad para llevarse sin impedimentos una caja registradora que había en el mostrador, tras lo que se dio a la fuga. Más tarde descubriría que el asalto había sido en vano, ya que la misma, de acuerdo con las fuentes consultadas, se encontraba vacía.

Varias patrullas se desplazaron a la zona del establecimiento tras recibir los avisos, aunque el individuo ya se había marchado del lugar. De momento, la Policía Nacional mantiene una investigación abierta para dar con el autor, para lo que pueden ser clave las grabaciones de la cámara de seguridad.

El suceso ocurrió unas 48 horas después de que un hombre irrumpiese el pasado martes en otra farmacia de la misma barriada. El sujeto, de 47 años y con antecedentes de la misma naturaleza, quedó detenido apenas unos instantes después de que huyese del local con cuatro cajas de Trankimazin y 20 euros.

Este robo anterior sucedió sobre las 13.25 horas del pasado 14 de febrero, también en la barriada malagueña de La Roca. El individuo apareció con el rostro oculto, ya que llevaba una mascarilla y tenía puesta la capucha de la sudadera. No dejaba de mirar al suelo, lo que rápidamente llamó la atención de la trabajadora que atendía a los clientes.

En cuestión de unos instantes, el hombre se había colado en la zona del mostrador y se acercó a la profesional, a la que mostró la punta de un cuchillo que llevaba escondido y que asomaba por la manga del brazo. «Esto es un atraco, dame el dinero», le dijo sin más preámbulos.

El dueño del establecimiento intentó convencer al sospechoso de que era imposible abrir la caja registradora y le ofreció un billete de 20 euros, lo que exaltó más todavía al individuo, a pesar de coger el dinero. En un momento dado, la víctima le ofreció una caja de tranquilizantes para intentar contentarlo. «Una no, dámelas todas», respondió presuntamente el sospechoso, que agarró cuatro cajas de Trankimazin de medio gramo que había en un cajón y se marchó corriendo del lugar.

En nada llegó la primera patrulla de la Policía Nacional y los efectivos dieron con el sospechoso cuando este trataba de escapar por una salida del Centro Comercial Rosaleda. Así, el individuo fue detenido en cuestión de pocos minutos y los policías lo localizaron en posesión de los tranquilizantes y del arma blanca que supuestamente utilizó en el asalto.