Detenido al secuestrar un autobús en La Palmilla con una navaja de 70 centímetros: «Llévame a Sevilla»

El arrestado, que llevaba 22.000 euros, protagonizó un auténtico maratón delictivo: lo intentó antes con un taxi, robó dos coches, se empotró con uno de ellos y trató de colarse en una casa

Martes, 12 de abril 2022, 00:34

Llevaba una navaja tipo bandolero de 70 centímetros que, por su envergadura, los testigos confundían con un machete. Con ella supuestamente sembró el pánico en un autobús de la línea 17 de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) en el que pretendía que lo llevaran «a Sevilla». En el vehículo viajaba un grupo de menores de 14 y 15 años volvía de celebrar un cumpleaños en el Centro de Málaga.

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En realidad, esa fue la última parada de un maratón delictivo que apenas duró 30 minutos y que, por ahora, no tiene una explicación desde la lógica, porque además el individuo llevaba encima 22.000 euros en efectivo, con los que podía desplazarse donde quisiera. Varios testigos aseguraron a la policía que se encontraba «fuera de sí».

En esa media hora de furor delictivo repasó medio Código Penal: presuntamente amenazó a varios viandantes, trató de 'secuestrar' un taxi, robó dos coches, se estrelló con uno de ellos, intentó quitarle la moto a un repartidor de comida y saltó el muro de una casa, según relataron las distintas fuentes consultadas por este periódico.

Todo ocurrió la noche de este sábado 9 de abril. La primera llamada de su carrera delictiva ese día quedó registrada a las 23.08 horas en los servicios de emergencias. Según el informante, habría amenazado con un arma blanca a varias personas con las que se cruzó en la avenida José Ortega y Gasset, en la zona Oeste de la capital.

Un par de minutos después entró otro aviso en el que se indicaba que el mismo individuo -a tenor de su descripción física y del arma que portaba- habría intentado sustraer, sin éxito, un coche en la gasolinera de Cruz del Humilladero.

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La siguiente llamada se produjo instantes después. En esta ocasión, el hombre habría abordado a un taxista que llevaba a dos clientes, ambos menores de edad. Al parecer, se subió al vehículo y amedrentó al conductor rajando los asientos con la navaja.

Una vez en el automóvil, supuestamente obligó al taxista a arrancar el motor y le pidió tanto a él como a los dos clientes que se apearan del mismo. El taxista tuvo la pericia de quitar la llave del contacto al bajarse, lo que impidió que se llevara el automóvil.

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De ahí, se dirigió a un par de establecimientos del entorno de la estación de autobuses. Llegó a entrar en uno de ellos y parece ser que amenazó a varios clientes, sin una motivación ni finalidad clara. Después se marchó.

De nuevo en la calle, abordó a una chica que circulaba en un Volkswagen Polo. Al verse sorprendida por el sujeto, la joven se bajó del coche. El hombre habría intentado llevarse el turismo, pero el motor se caló y lo abandonó en la vía sin lograr su objetivo.

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Entonces, buscó a otro conductor y presuntamente le robó su coche -concretamente un Toyota- con el que sí llegó a huir, aunque acabaría empotrándolo poco después contra otro automóvil. Tras el accidente, el hombre habría intentado arrebatarle la moto a un repartidor de comida a domicilio, sin llegar a conseguirlo.

En su recorrido desde Cruz del Humilladero hacia el distrito de Palma-Palmilla, y en ese mismo lapso de tiempo, habría llegado a saltar el muro exterior de una vivienda, aunque al verse sorprendido por la moradora volvió sobre sus pasos y se marchó.

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El periplo delictivo del individuo acabó en el autobús de la línea 17 de la EMT al que se subió en la calle Cabriel, en pleno corazón del distrito Palma-Palmilla. Según las fuentes consultadas, el hombre sacó la navaja e intimidó al conductor para que lo llevara a Sevilla, golpeando con el arma la mampara de protección. Los pasajeros que iban a bordo -una docena- se refugiaron en la parte trasera del vehículo.

En esos momentos, buena parte de las patrullas de servicio de la Policía Nacional y de la Local trataban de localizarlo siguiendo el rastro de las decenas de llamadas realizadas a los servicios de emergencias.

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El chófer tiró de astucia y circuló muy despacio en dirección hacia La Virreina diciéndole al sospechoso que por ahí se iba a Sevilla. Cuando llegaron a la avenida Jane Bowles, vio que había un coche de policía detrás del autobús.

Entonces, el conductor abrió las puertas automáticas, lo que permitió que se apearan los otros siete pasajeros que iban en el vehículo y que se subieran los agentes de la Policía Nacional que lo detuvieron.

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Al cachear al sospechoso, descubrieron que llevaba encima 22.000 euros en efectivo; la policía aún no ha averiguado de dónde lo sacó. Cuando lo identificaron, comprobaron que el hombre, español y de 49 años, tenía antecedentes policiales, aunque no había reseñas de los últimos años, en los que, aparentemente, no se había metido en líos.

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