La Guardia Civil realiza un nuevo registro en la casa de Tomás Antonio G.C. EFE

La sangre encontrada en el barco del padre de las niñas desaparecidas en Tenerife no es de las menores

La Guardia Civil investiga la actividad bancaria del padre de las niñas desaparecidas de Tenerife

SUR

Martes, 4 de mayo 2021, 08:22

La búsqueda de las niñas de 1 y 6 años desaparecidas en Tenerife y de su padre continúa sin tregua. Este lunes ha trascendido que los restos de sangre encontrados en el barco del progenitor, Tomás Antonio G.C., no es de las menores, según ha desvelado la Televisión Canaria. La sangre fue localizada por la Guardia Civil durante el registro en la embarcación, donde un vigilante vio al padre de las menores cargar varias maletas y bolsos. Además, fue captado solo, sin las pequeñas, por las cámaras de la Marina de Tenerife.

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Por otro lado, los investigadores hicieron un requerimiento judicial para acceder a las cuentas bancarias del progenitor, Tomás Antonio Gimeno, en paradero desconocido desde hace una semana, como sus hijas. Se quiere confirmar si Gimeno pudo retirar una importante cantidad de dinero días antes de la desaparición o si realizó algún movimiento entre cuentas de las que es titular. También se revisa con detalle la actividad del teléfono móvil de Gimeno, que habló al menos siete veces con su esposa y madre de las niñas, Anna y Olivia, de uno y seis años, antes de esfumarse.

Sin descartar ninguna hipótesis, ayer se realizó un segundo registro en la casa familiar, donde las niñas estuvieron horas antes de irse con su padre. El registro duró tres horas y media e intervinieron en él agentes de la UCO, la Unidad Central Operativa de la Guarda Civil, que desplazó efectivos desde Madrid.

La búsqueda de las pequeñas y del padre continúa por tierra mar y aire tanto en la isla como fuera de nuestras fronteras, ya que hay activada una orden internacional de busca y captura para Gimeno. Los investigadores también indagan entre sus amigos y conocidos para averiguar si le consideran capaz de intentar poner en práctica un plan tan enrevesado como una fuga en un velero abordado en mar abierto, lo que requeriría al menos un cómplice.

Está comprobado que Gimeno es un navegante experimentado, y a la madre de las niñas le dijo varias veces que se marchaba lejos y que se llevaba consigo a las pequeñas. De ahí que no se descarte una fuga por vía marítima, previo transbordo a otro barco, presumiblemente un velero, desde su embarcación de recreo, que apareció a la deriva. Es la hipótesis más y complicada de todas las que se consideran factibles para explicar qué pudo hacer Gimeno, un tinerfeño de 37 años de edad, con sus dos hijas después de ser vistas por última vez por los abuelos paternos en torno a las siete y media de la tarde del pasado martes.

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Tal posibilidad no solo sigue sobre el radar de los investigadores una semana después de que desaparecieran las niñas, sino que parece haberse convertido en la alternativa preferida para quienes no se rinden al pesimismo. La Guardia Civil trabaja contrarreloj para dar con algo más que meros indicios a este respecto o, en caso contrario, descartarla definitivamente y centrarse en el resto de opciones barajadas.

Hay motivos para que la hipótesis de la fuga en un velero siga viva siete días después, empezando por las misteriosas idas y venidas en la Marina portuaria de Santa Cruz Tenerife del ahora fugitivo internacional durante la noche del pasado martes. Las cámaras de seguridad del puerto confirman que Gimeno estuvo esa misma tarde en la Marina comprobando que su embarcación de recreo, de seis metros de eslora y dotada con un pequeño camarote, estaba en condiciones de navegar, según confirmaron las autoridades del puerto.

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