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Pese a que la continuidad del que es ya el segundo juicio que se celebra por la muerte de Pablo Podadera, el joven que murió en abril de 2017 tras ser agredido cuando mediaba en una discusión en el Centro de Málaga, pendía de un hilo por el contacto con un positivo en coronavirus de uno de los principales acusados, las sesiones se han retomado este jueves. Y lo ha hecho al igual que siempre, con uno de los asientos de los acusados vacío, en concreto el de uno de los cinco procesados en esta causa, al que se investiga por encubrimiento y que está en paradero desconocido, por lo que la magistrada que preside el tribunal ordenó su búsqueda, detención y presentación al acto del juicio oral.
Las sesiones fueron suspendidas hace diez días, después de que uno de los dos principales procesados, ambos acusados de un delito de asesinato, informase a la sala de que había tenido contacto estrecho con su abuela, que pese a estar vacunada había dado positivo en coronavirus. Aunque el joven se hizo la prueba y dio negativo, la magistrada decidió hacer un parón hace diez días en el juicio para que se sometiera a cuarentena.
Pese a la amenaza de que el juicio se suspendiera definitivamente, se ha retomado tras la cuarentena del procesado. En lo que va de mañana, las diferentes partes han expuesto su postura a los integrantes del jurado popular que juzgan esta causa. Es el segundo que se forma, ya que la decisión del primero fue descartada al declarar nulo el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ese primer juicio. Está previsto que la sesión de este jueves declaren los principales acusados.
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