La fiesta y la borrachera de un grupo de turistas dio lugar anoche a un importante despliegue para rescatar a un joven ebrio al que, al parecer, sus propios amigos introdujeron en uno de los contenedores soterrados localizado en la plaza de Uncibay.
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Una 'gracieta' que, aunque tuvo buen final, obligó a movilizar a los efectivos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, a la Policía Nacional y a la Policía Local, así como a operarios de Limasa, para extraer al chico que había quedado atrapado en el cubo soterrado.
Los hechos ocurrieron poco antes de la una de la madrugada. En un principio, sus propios amigos, entre la risa y la preocupación, trataron de sacar al turista a través de la boca del contenedor tirando de sus extremidades. El chico asomaba los brazos y parte de la cabeza, sin poder avanzar más.
Los testigos de la escena, que apenas daban crédito, avisaron rápidamente de lo ocurrido al 112. Según indicaron, el joven parecía estar haciéndose daño en su intento de salir del contenedor, ayudado por los mismos que, supuestamente, lo habían introducido dentro.
Así, se movilizó a los policías, al Real Cuerpo de Bomberos y se dio un preaviso al 061, que, aunque no llegó a enviar una ambulancia, se encontraba en alerta por si fuera necesaria. Al encontrarse con este panorama, los efectivos se plantearon cortar la puerta de la cuba.
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Los servicios operativos de Limasa, tras ser alertados de la situación, acudieron a la plaza de Uncibay y se optó por desmontar parte del recipiente. Finalmente, el joven, que se encontraba descamisado, pudo ser rescatado en buen estado.
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