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Con la música a todo volumen y con el brazo por fuera del coche. Así recorrió un conductor la céntrica calle Marqués de Larios hasta desembocar en la plaza del Carbón. Sólo lo frenaron las mesas de las terrazas. El hombre, que iba al volante de un Porsche Cayenne, estuvo a punto de atropellar a seis personas, según la investigación.
Serían las diez y media de la noche de este lunes 13 de marzo cuando el vehículo irrumpió por la calle Larios, que es peatonal desde hace dos décadas, lo que la convirtió en una vía aún más concurrida. De hecho, figura entre las más caras de España. Estos días, además, luce una exposición por el Festival de Cine.
Y por allí que atravesó, para sorpresa de los viandantes, un Porsche Cayenne de color blanco -un todocamino que en su versión más básica ronda los 100.000 euros- que circuló en dirección a la plaza de la Constitución a «gran velocidad». Un testigo calcula que iría a 70 kilómetros por hora. Otro asegura que iba aún más rápido.
Mientras circulaba calle arriba, los peatones se iban apartando para evitar ser atropellados. En la plaza de la Constitución estuvo a punto de arrollar a cuatro vigilantes de la empresa Menkeeper, que se encarga de la seguridad privada en torno al Festival de Cine. Tuvieron que saltar para esquivarlo.
En el recorrido estuvo a punto de atropellar también a un par de relaciones públicas de discotecas del Centro y a dos chicas de apenas 18 años. A una de ellas, incluso, la agarró del brazo y la arrastró unos 10 metros, lo que la obligó a correr para no caer al suelo, según fuentes cercanas al caso.
Justo en la plaza había un retén de la Policía Local de Málaga. Tras unos instantes de zozobra -llegaron a pensar, como algunos de los viandantes, que era un coche del festival-, los agentes se subieron al furgón y empezaron a perseguir al Porsche Cayenne por la calle Granada. Accionaron las luces y las sirenas. Y ni con esas.
La persecución acabó muy cerca. Al llegar a la confluencia con la plaza del Carbón, el Porsche se paró al comprobar que no podía continuar por la gran aglomeración de personas, que a esa hora llenaban las terrazas de la zona. Aprovechando ese momento, dos policías corrieron hasta el vehículo y sacaron al conductor para proceder a su detención.
Los agentes identificaron al hombre, natural de Bielorrusia, de 38 años. Según las fuentes consultadas por este periódico, carece de antecedentes en España -reside desde hace poco en un pequeño pueblo de la comarca del Guadalhorce- y el vehículo no figuraba como sustraído. Se le detuvo por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.
Los policías locales avisaron a sus compañeros del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) para someterlo a la prueba de alcoholemia. Dio una tasa de 0,0 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Cuando le preguntaron por lo sucedido, no acertó a dar una explicación lógica sobre por qué había recorrido unos 500 metros por una zona peatonal del Centro de Málaga.
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