Prisión para un joven por violar a su amigo en la feria de Fuente de Piedra

Ya se conocían y habían quedado en verse. Aquella noche coincidieron en la feria de Fuente de Piedra y, tras cruzar varios mensajes y llamadas, ambos se encontraron y se marcharon a una zona más apartada y solitaria. Iban a mantener relaciones sexuales, pero la víctima, un joven que entonces tenía 19 años, quiso poner fin al acto ante la brusquedad con la que se comportaba el procesado, de 18. Este último, sin embargo, no aceptó su negativa y acabó agrediendo sexualmente a su amigo hasta que pudo escapar y pedir ayuda.

El más joven ha sido condenado por estos hechos y se le ha impuesto una pena de seis años de prisión después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya ratificado la sentencia dictada en primera instancia por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga. Asimismo, de acuerdo con la resolución judicial, también tendrá que indemnizar al perjudicado en la cantidad de 10.000 euros por los daños morales ocasionados.

Todo sucedió en la madrugada del 22 de julio de 2018. Según se expone en el relato de hechos probados, ambos se alejaron del resto de acompañantes hasta la parte trasera de una nave agrícola, donde empezaron a besarse. No obstante, ante la brusquedad con la que se comportaba el procesado, la víctima quiso cortar rápidamente el acto, pero su decisión no fue aceptada por la otra parte.

Lejos de respetar su negativa, el joven reaccionó «a base de actitudes, palabras y gestos agresivos que sorprendieron, desconcertaron y amedrentaron» al denunciante. Tanto fue así que llegó a despojarlo del bolso en el que portaba su móvil y otras pertenencias, arrojándolas al suelo, lo que provocó que la víctima se sintiera «indefensa» y «a su merced». Luego lo desnudó y, pese a que estaba llorando y asustado, lo violó.

En un momento dado, el chico logró encontrar su bolso y recuperar así el teléfono móvil, tras lo que empezó a hacer varias llamadas, aunque estas eran interrumpidas sistemáticamente por su agresor. A pesar de la oposición del procesado, la víctima logró escapar semidesnuda y «en estado de gran confusión». Así avanzó hasta una zona algo más iluminada, donde pidió ayuda a dos mujeres desconocidas que le prestaron auxilio.

Para los jueces, quedó acreditado a través del parte médico y de informe del médico forense que había sufrido lesiones compatibles con la agresión sexual que denunció a los pocos días en un cuartel de la Guardia Civil. Del mismo modo, tanto la Audiencia Provincial como, posteriormente, el TSJA, señalan que se ha probado que el procesado había consumido bebidas alcohólicas, si bien, como se señala en ambas resoluciones, no consta que la ingesta fuera tal como para no comprender la ilicitud de sus actos.

Al revisar el caso ante el recurso de apelación presentado por los representantes de la parte de la defensa, los magistrados del Alto Tribunal Andaluz han rechazado además que el joven condenado pueda beneficiarse de una rebaja de su pena en base a la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como la ley del 'Solo sí es sí'.

Según se argumenta en el fallo, para la fijación de la pena hay que tener en cuenta las circunstancias personales del culpable, que en este caso no ofrecen dato significativo alguno, así como la gravedad del hecho, siendo «indudable que el empleo de violencia o intimidación aporta en este caso un mayor contenido de antijuridicidad frente a los supuestos basados en la mera ausencia de consentimiento o en un consentimiento viciado».

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