Sucesos Málaga

A prisión por el tiroteo con tres heridos, uno menor, que sembró el terror en La Palmilla: «Habéis despertado al demonio»

Las cinco y media de la madrugada en La Palmilla. Una quincena de personas, entre las que había varios ancianos y niños, se encontraban en las inmediaciones de uno de los bloques de la barriada malagueña. Un vehículo blanco apareció en la escena y, de repente, el terror. Un hombre se apeó del mismo con un arma de fuego y se dirigió hacia el grupo. Iba gritando: «Vais a morir, habéis despertado al demonio». A continuación, tres detonaciones.

Se han cumplido dos años de estos hechos, ocurridos el 31 de julio de 2022. El autor efectuó tres disparos de manera indiscriminada contra el grupo, en el que, según ha quedado acreditado, estaban los miembros de una familia rival. Salieron corriendo alarmados por la actitud del hombre pero, en su huida, dos proyectiles alcanzaron por la espalda a un varón, que entonces tenía 51 años, y a una joven de 24. Otra bala también rozó a un menor de 14 años.

Así se recoge en la sentencia que ha dictado la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga, a la que SUR ha tenido acceso. El acusado, que ahora tiene 35 años, tendrá que cumplir 27 de prisión tras ser condenado como autor de tres delitos de tentativa de asesinato, uno de ellos a una víctima menor de 16 años, y por tenencia ilícita de armas.

Como se expone en la resolución, el investigado actuó con alevosía al irrumpir de manera sorpresiva y efectuar las detonaciones contra los integrantes de esta familia, quienes estaban «indefensos». «El sujeto practicó todos los actos que objetivamente habrían producido la muerte de las personas contra las que disparó, pero dicho resultado no se produjo por causas independientes a su voluntad», mantienen los magistrados.

El encausado afirmó en el juicio que era inocente y, a modo de coartada, señaló que aquella noche estuvo en una boda, de la que su defensa presentó una serie de imágenes. «Las fotografías aportadas con el escrito de conclusiones provisionales no pueden producir el efecto pretendido pues no consta su autenticidad, siendo por otro lado fácilmente editable y modificable la fecha», concluyen los jueces.

Entre otros motivos, como argumentan en el fallo, no dieron credibilidad a su versión por la cantidad de testimonios, tanto de las víctimas como de los testigos, que identificaron sin ningún género de dudas al procesado como el autor material del tiroteo, lo que hicieron tanto ante la Policía Nacional como en el juicio.

Para el tribunal, merece especial atención la declaración que prestó el hombre de 51 años que resultó alcanzado por una de las balas, quien, según se expone en la sentencia, habría fallecido de no haber recibido asistencia médica urgente. Según contó, su hijo había tenido una pelea unos días antes con el hijo del acusado.

El perjudicado sufrió una herida de arma de fuego en el hemitórax izquierdo, la fractura desplazada de clavícula y escápula izquierda, con afectación de cavidad glenoidea, así como fracturas de arcos costales, neumo-hemotórax, laceraciones en el lóbulo pulmonar, lesión en la arteria subclavia y plexopatía traumática. Fue ingresado en la UCI en estado grave y requirió tratamiento médico y quirúrgico. Precisó 339 días para su curación, pese a lo que, entre otras secuelas, sufre la parálisis del miembro superior izquierdo.

La joven de 24 años, por otro lado, sufrió una herida no penetrante en la espalda a nivel interescapular que requirió sutura de la lesión y que tardó 14 días en curar. Le ha quedado una cicatriz como secuela. En cuanto al menor, fue ingresado con una herida abrasiva en miembro superior derecho que necesitó de curas locales y fármacos, y que sanó al cabo de un mes. Pese a ello, le quedaron como secuelas estrés postraumático y una cicatriz, siempre según se expone en la sentencia.

La madrugada de los disparos, además del adolescente al que rozó una de las balas, había varios niños pequeños, como contó una de las testigos, quien se encontraba en el lugar con sus hijos de 4, 5 y 7 años. También había una mujer embarazada y personas de avanzada edad.

Los hechos también son constitutivos de un delito de tenencia ilícita de armas. En el escenario del tiroteo se hallaron tres cartuchos del calibre 12/70. Aunque el arma no fue localizada ni intervenida, el informe balístico apunta a que se trató de una escopeta semiautomática o de repetición, para cuya tenencia el procesado carecía de permiso.

Por todo ello, tendrá que cumplir 27 años de prisión, además de tener prohibido acercarse o comunicarse con las tres víctimas durante un plazo de cinco años. Asimismo, se le ha impuesto la medida de seguridad de libertad vigilada por un lustro para su cumplimiento posterior a las penas de cárcel. En cuanto a la responsabilidad civil, tendrá que indemnizar al hombre al que hirió de gravedad en la cantidad de 270.715 euros por los daños ocasionados, mientras que tendrá que abonar 2.182 euros a la joven por las lesiones y, al menor, 10.259 euros.

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