Prisión para un joven por violar a una menor con la que había quedado a merendar en Málaga

Tenían conocidos en común y una tarde quedaron para merendar. La víctima, por aquel entonces, tenía 15 años. En ningún momento se imaginó que aquel joven, cinco años mayor que ella y al que consideraba un amigo, sería capaz de agredirla sexualmente. Pero ocurrió. Así ha quedado probado para la Audiencia Provincial de Málaga, que lo ha condenado a doce años de cárcel.

Los hechos se remontan a mayo de 2021. Según se expone en la sentencia, a la que SUR ha tenido acceso, él recogió a su amiga una tarde sobre las 16.30 horas. Después de comprar algo para comer, se colaron en un instituto saltando una valla y tomaron la merienda.

Sentados en un banco, a continuación, empezaron a besarse. El chico quería mantener relaciones sexuales, a lo que la víctima se negó. Él siguió insistiendo, lo que llevó a la adolescente a cambiarse a otro banco para poner distancia. Pero a él no le importó.

De acuerdo con la resolución, fue a por ella y la agarró con fuerza de los brazos, tras lo que la violó. La menor le pidió en numerosas ocasiones que parase, lo que fue ignorado por el acusado, que solo se marchó tras conseguir su propósito. La víctima sintió tanto miedo que se orinó encima.

Ella no se atrevió a decirle nada a sus padres, pero más tarde se lo confesó a un amigo. Este no la veía bien y le insistió para que le contara qué le ocurría, tras lo que le animó a que se lo contara a sus progenitores, como finalmente hizo. Tiempo después interpusieron la denuncia.

En consecuencia a estos hechos, la adolescente ha requerido terapia psicológica y atención en una unidad de salud mental. De igual forma, ha necesitado tratamiento en Proyecto Hombre para deshabituación de sustancias tóxicas, en las que se inició tras sufrir la violación.

Dada la edad que tenía la víctima, como argumentan los jueces, «nos encontramos ante una incapacidad del sujeto para prestar un consentimiento válido», ya que todavía no había cumplido los 16 años, lo que supone un agravante. Además, inciden, ha quedado probado que la menor no quería mantener dichas relaciones, que se enmarcan en «un supuesto de violencia».

El encausado negó en la vista que la víctima no consintiera los hechos, lo que ha sido rechazado por el tribunal. Entre otros motivos, como se alega en la sentencia, porque al día siguiente él reconoció los hechos en mensajes a la perjudicada en los que se llamó a sí mismo «violador».

La Sección Novena de la Audiencia Provincial ha condenado en consecuencia al joven a doce años de prisión como autor de un delito de agresión sexual. La pena también recoge la inhabilitación para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto directo y regular con menores por 25 años.

De igual manera, se ha impuesto al procesado la medida de libertad vigilada consistente en la prohibición de aproximación a la víctima o de comunicarse con ella durante seis años. Además, tendrá que indemnizarla en la cantidad de 25.000 euros por los daños morales ocasionados.

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