![Prisión para el entrenador acusado de apuñalar a un menor en Campillos](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2025/02/18/pixelado-U230457935404Jw-R4pCa1nfxuBcKUDnpIv4mgN-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
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El Juzgado de Instrucción número 1 de Antequera ha acordado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre de 62 años detenido por apuñalar a un menor de 16 en el municipio de Campillos. Se le investiga por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El detenido, que era el entrenador de fútbol del menor agredido en el club de Sierra de Yeguas, que lo ha destituido tras conocer los hechos, se acogió a su derecho a no declarar tanto en las dependencias de la Guardia Civil como en el juzgado.
Por su parte, el menor ha sido ya intervenido quirúrgicamente y, tras pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, ya ha pasado a planta. Su evolución es favorable, aunque una de las dos puñaladas le dañó el hígado, lo que le provocó una hemorragia.
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Desde el TSJA informaron de que los que sí han prestado declaración son los tres agentes de la Policía Local de Campillos que auxiliaron al menor tras ser agredido y procedieron posteriormente a la detención del presunto agresor.
La noche de autos, la del 15 al 16 de febrero, el menor se separó de sus amigos para regresar a su domicilio pasadas las cinco de la madrugada y en la zona del campo de fútbol se topó con un hombre al que reconoció perfectamente porque es su entrenador en Sierra de Yeguas.
Lo poco que la víctima le ha podido contar a su familia -la Guardia Civil aún no le ha tomado declaración debido a la gravedad de su estado- es que el ahora detenido lo atacó «de forma sorpresiva y sin mediar palabra», siempre según su entorno.
Al parecer, el presunto agresor le habría asestado una primera puñalada en el glúteo derecho, lo que motivó que el adolescente saliera corriendo para tratar de escapar de él. Sin embargo, el individuo le habría dado alcance y le habría asestado una segunda cuchillada, esta vez en el abdomen. Esa fue la que le dañó el hígado. Y la que lo tumbó.
Tras el ataque, el hombre se dio a la fuga y el menor se quedó en el suelo, malherido. Desde ahí, como pudo, llamó él mismo a los servicios sanitarios y pidió una ambulancia para que lo asistieran. Al ver que tenía dos navajazos, lo trasladaron de urgencias al hospital.
Los médicos llamaron a la madre para informarle de que su hijo se había sentido indispuesto y lo habían llevado al hospital. Ella no terminó de creerse que por algo tan leve lo hubiesen evacuado en ambulancia. Ante su insistencia, terminaron por confesarle que había recibido «dos pinchazos».
La familia se desplazó lo más rápido que pudo en coche hasta el hospital de Antequera, donde el personal sanitario terminaba de preparar al menor para intervenirlo quirúrgicamente. Cuando llegaron, estaba consciente y pudo dar a sus padres el nombre de la persona que lo había apuñalado. Ellos llamaron inmediatamente a la Policía Local de Campillos, que no tardó en localizarlo y detenerlo.
La Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Antequera se ha hecho cargo de la investigación del caso. Desde el entorno del adolescente se apunta a una situación extraña a la que ahora habrá que encontrar explicación: al examinar el móvil de la víctima, han encontrado decenas de llamadas del entrenador en la última semana.
En concreto, el sospechoso lo habría llamado aproximadamente unas 35 veces el 9 de febrero, otras 12 al día siguiente y nueve más el día de autos, según un familiar, que considera «inexplicable» que un entrenador llame tantas veces a un jugador. De hecho, han intentado relacionar esas fechas con hitos del equipo y lo único que han comprobado es que el día 9 tuvieron partido y luego comieron en un restaurante de la zona.
Al menor lo definen en su entorno como un «niño sano, que no fuma ni bebe, con amistades sanas y es deportista», según las fuentes. «Estudia bachillerato y el fútbol es su vida», añaden. El presunto agresor es también vecino de Campillos, separado y padre de una joven. Estuvo hace años en el club local, pero al parecer fue expulsado tras un incidente por unas pintadas en la fachada del campo contra una entrenadora.
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