Agentes de la Policía Nacional, de la Policía Local y efectivos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga participaron ayer en un rescate insólito. Un hombre de 32 años cayó al agua en el Puerto de Málaga, desde una altura de tres metros, y se quedó atrapado. Fue él mismo quien llamó a su madre, para pedirle auxilio: le comunicó que estaba pescando cerca del Club Náutico, en la Dársena de Levante, y que creía que se había roto un pie. Cuando la mujer llegó a la zona no consiguió dar con él y su hijo ya no respondía a las llamadas, por lo que a las 23.05 horas contactó con el 112, que desplegó el operativo.
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Según informan desde la sala de Emergencias, se activó a todos los cuerpos de seguridad que trabajaron de forma conjunta en la localización de la víctima. Los efectivos policiales llegaron en primer lugar y, tras varios minutos de búsqueda, dieron con el herido, que tenía el cuerpo semisumergido y estaba atascado entre varias rocas. Tras una primera evaluación comprobaron que necesitaban de los medios de los bomberos para efectuar la extracción.
Una vez llegaron los efectivos del Cuerpo de Bomberos, estos utilizaron una de las camillas-nido diseñadas para este tipo de situaciones. Tras inmovilizar al herido procedieron a elevarlo a la superficie, donde los sanitarios del 061 se hicieron cargo de la situación y lo trasladaron a un centro hospitalario, donde se recupera de las lesiones.
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