El policía fuera de servicio herido cuando ponía a salvo a una mujer maltratada: «El agradecimiento de ella compensa todo»

El agente, natural de Málaga pero destinado en Melilla, sufrió un corte por el que ha recibido once puntos y un esguince

Miércoles, 26 de marzo 2025, 00:45

Tiene 28 años y hace seis que es policía nacional. Aunque está destinado en Melilla, es natural de Málaga, donde regresa siempre que puede, como hace una semana. Era por la noche y Juan Manuel Fernández caminaba con un amigo por el barrio de Gamarra. Estaba fuera de servicio, vestía de calle y no llevaba el arma reglamentaria. Pero, se topó con una supuesta escena de malos tratos. La audacia y vocación del servidor público hicieron que actuara poniendo a salvo a la víctima y capturando al sospechoso, aunque en el transcurso sufriera un profundo corte en una mano -por el que ha necesitado once puntos de sutura- y un esguince en la otra.

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Ocurrió sobre las 10.30 horas del 19 de marzo, en la plaza Basconia. Un individuo, apoyado en un coche estacionado, sostenía en una mano un teléfono móvil mientras mandaba un audio; en la otra, aguantaba un recipiente de vidrio. En el lugar, una mujer con un menor se acercó al individuo. Entonces comenzaron a discutir, a forcejear y al hombre se le cayó el envase, que se hizo añicos.

El instinto del agente, con seis años de experiencia a sus espaldas, lo mantuvo alerta. Y no se equivocó. El sospechoso terminó, siempre según su relato, propinándole un golpe en la cara a la mujer. No se lo pensó dos veces, el policía Fernández intervino poniendo a salvo tanto a la víctima como al menor y tratando de tranquilizar al presunto agresor hasta la llegada de una patrulla de policías de servicio.

Pero, el estado del supuesto delincuente no dio lugar. «Le enseñé la placa, pero hizo caso omiso, se venía hacia a mí diciéndome en inglés que pelásemos si era un hombre y que me iba a matar», relata el agente. Hasta que terminó acorralándolo y tuvo que pasar a la acción. «Intenté reducirlo, pero caí al suelo con él sobre los cristales de la botella que había roto y me corté». Tal y como se observa en las imágenes grabadas por testigos, el policía, consiguió darse la vuelta, colocarse encima del sospechoso e inmovilizarlo con la técnica del «mataleón».

Mientras, el policía cuenta que daba indicaciones a su amigo para que avisara a las Fuerzas de Seguridad y lo ayudara a sujetarlo al tratarse de un hombre corpulento. Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de Policía Local, que lograron finalmente engrilletar a sospechoso, a pesar de la fuerte resistencia que opuso.

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Asimismo, una ambulancia fue movilizada a la plaza para asistir al agente fuera de servicio herido, que presentaba una profunda herida sangrante en una de las mano. Con la chaqueta y las zapatillas rotas, Juan Manuel fue trasladado a un hospital de la capital malagueña donde tuvieron que darle once puntos de sutura y le detectaron un esguince en uno de los pulgares.

Desde hace una semana, los padres del policía se han convertido en sus manos. Le han dado 15 días de baja, si bien, la envergadura de las heridas previsiblemente hará que la vuelta a su puesto en la Unidad de Extranjería de Melilla se retrase. El Sindicato Unificado de Policía (SUP), al que está afiliado, le brindará apoyo jurídico. Desde la delegación de Málaga reivindican que «un policía lo es las 24 horas al día» tratándose así de «una profesión de riesgo».

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Durante dos años, el agente malagueño se encargaba en Madrid del traslado de detenidos, unos 155 diarios, lo que le ha dado «tablas» en situaciones críticas. Aunque manifiesta que «no es agradable» cruzarse con ellas fuera de servicio, confiesa que las palabras de agradecimiento de la víctima -que, según le consta, ha denunciado y se encuentra en buen estado- «compensan todo».

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