Pelea a palos en La Palmilla porque le molestaba que sus vecinos lo llamaran al porterillo

Ocurrió poco después del mediodía de este domingo 11 de febrero en el distrito de Palma-Palmilla. Todo empezó cuando unos hombres tocaron aleatoriamente al timbre de un piso del edificio para que les abrieran el portal.

El propietario de la vivienda a la que llamaron se negó a franquearles la puerta del bloque. Como relataría después a la policía, esos vecinos no tienen llave del portal y se dedican a tocar al porterillo a otros residentes para que les abran. A veces, a horas intempestivas.

Cuando se negó a abrirles, lo amenazaron de muerte y lo retaron a que bajara al rellano. El hombre lo hizo. El grupo de vecinos que pretendía entrar -siempre según su versión- comenzó a golpear la puerta y llegó a romper alguno de los cristales.

Lo sucedido después fue grabado desde la calle por algunos testigos del suceso. En uno de los vídeos se observa cómo el vecino al que le molestaba el timbre desarma a un joven que aporreaba la puerta con un palo de madera. En otra de las grabaciones, se le ve enfrentándose él solo a un grupo de seis o siete personas con lo que parece ser un bate.

La otra parte, los que tocaron al porterillo de su piso, manifestaron a los agentes que ni siquiera vivían allí, que simplemente habían ido a ver a unos familiares que sí residen en el bloque y que llamaron a un piso de forma aleatoria para que les abrieran la puerta.

Una unidad de la Policía Nacional que acudía a atender el suceso se cruzó con una de las víctimas cuando caminaba por la avenida de La Palmilla. El hombre, que presentaba una herida en la cabeza, llamó a los agentes y les contó que había sido agredido con el bate de béisbol.

Los policías se desplazaron a la dirección que les indicó e identificaron al resto de implicados en la reyerta. Todos ellos fueron detenidos (en total, cuatro hombres), aunque antes de llevarlos a comisaría tuvieron que pasar por distintos centros sanitarios para que les curaran las heridas.

Pero el caso no quedó ahí. Al rato, la policía fue alertada nuevamente por una nueva agresión. La madre y una hermana del vecino al que le molestaba el timbre supuestamente fueron golpeadas por unos hombres, al parecer, en represalia por el primer incidente.

A la vista de esta situación, y ante las informaciones que circulaban sobre nuevas amenazas, la Policía Nacional decidió reforzar la vigilancia en la zona para evitar más conflictos.