El parricidio de La Unión que casi acaba en masacre

La Fiscalía pide 57 años para una mujer por asesinar a su padre e intentar matar a su madre y sus tres sobrinos

Miércoles, 2 de diciembre 2020, 14:25

Se le conoció como el parricidio de La Unión, pero pudo haber sido una masacre. Este mes, una mujer se sienta en el banquillo de los acusados para enfrentarse a una posible condena a 57 años de cárcel por asesinar a su padre -supuestamente, lo ... mató cuando estaba adormecido- e intentar matar a su madre y sus tres sobrinos, todos menores de edad.

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Los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada del 16 de julio. Según el fiscal, la acusada, una mujer de 42 años y de origen magrebí, habría atacado a su progenitorcuando éste se encontraba «somnoliento viendo el televisor». Supuestamente, le propinó varios golpes en la cabeza, «llegando incluso a pisotearla una vez la víctima se hallaba en el suelo», indica el escrito del Ministerio Público

El fiscal considera que la mujer actuó movida por el «inequívoco ánimo de acabar con la vida de su padre». De hecho, el hombre, de 71 años, sufrió varias lesiones en la cabeza, una de las cuales le ocasionó la muerte al cabo de pocos minutos, ya que le provocó daños en la médula espinal cervical y una parálisis respiratoria.

Esa misma noche, no se sabe si antes o después de la muerte del padre, habría atacado a su madre, que estaba durmiendo en otra habitación. Según el escrito de conclusiones provisionales, cogió un cuchillo de cocina de 19,5 centímetros de hoja con el que presuntamente la apuñaló por la espalda. Además, le golpeó con un rodillo de amasar en la cabeza. La madre sufrió varias lesiones, pero las cuchilladas ni los traumatismos le afectaron a órganos vitales.

El ataque no acabó y ahí es donde se pudo convertir en masacre. Según el fiscal, la mujer, «con el ánimo de acabar con la vida de los allí presentes (madre y sobrinos)», aprovechó la situación de indefensión al estar su madre inconsciente y los tres menores durmiendo y, al parecer, provocó una fuga de gas.

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El representante del Ministerio Público sostiene que la mujer desplazó la botella de la cocina al salón, donde dormían los niños y cortó la manguera del regulador para provocar una fuga de gas que habría causado la muerte de los tres menores y de la abuela de éstos y madre de la acusada.

La masacre no fue tal porque, al abandonar la mujer el piso, el mayor de sus tres sobrinos se despertó y al percatarse del fuerte olor a gas, alertó a su abuela y salieron de la vivienda para pedir ayuda.

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Según el fiscal, la acusada padece un trastorno depresivo que le ha originado distorsiones cognitivas en la apreciación de la realidad, lo que modifica sus capacidades cognitivas y volitivas (su voluntad) y reduce «de forma moderada» su imputabilidad.

Por todo lo anterior, el Ministerio Público la acusa de un delito de asesinato, otros cuatro en grado de tentativa (por su madre y sus tres sobrinos) y uno más de lesiones. Le aplica una circunstancia agravante de parentesco y una atenuante de anomalía o alteración psíquica. En total, el fiscal solicita 20 años por el delito de asesinato, 34 por las tentativas y tres por las lesiones.

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