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Con el fin de enero llegó un calvario que está acabando con la salud de Heriberto Centeno. Este profesor de matemáticas, que imparte clases en el Instituto Puerta del Mar de Estepona, ha visto cómo su vida se ha convertido, poco a poco, en una pesadilla. Sus dos hijos, Stephanie y Leonardo, de seis y cinco años, están en paradero desconocido desde el uno de febrero, día en el que la madre de ambos debería haber dejado a los pequeños en el colegio, donde habrían sido recogidos por Heriberto, que ostenta la custodia exclusiva. Nunca los llevó y nadie sabe dónde están. «Llevo tres meses sin saber absolutamente nada de mis hijos, no se lo deseo a nadie», explica a SUR, desesperado y sin saber a quién más acudir para poner fin a este episodio.
Heriberto y su expareja –que tiene la nacionalidad rusa y la española– se divorciaron hace años. Desde entonces se han visto más dentro de los juzgados que fuera, al tiempo que el archivo común se iba llenando de denuncias, sentencias, recursos y autos. La custodia para Heriberto ha sido ratificada «hasta en tres ocasiones», y «todos los informes» hablan en su favor: «Tienen un hogar estable, apoyo de toda la familia, van a clase; los niños están bien, tienen una buena vida y una buena educación», remarca el padre.
Cuando la mujer no retornó a los pequeños el día que le correspondía, Heriberto, que vive en Estepona (allí está el domicilio familiar de Stephanie y Leonardo, que estudian en CEIP Sierra Bermeja) acudió a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. «Inicialmente me trataron de sospechoso», apunta, hasta que la investigación abierta se ha centrado en la mujer.
Desde entonces, ambos cuerpos han practicado diferentes gestiones (la mujer reside en Casares, de ahí que la Benemérita también esté a bordo del caso). Según las fuentes consultadas, hay indicios que apuntan a que la madre de los menores se los ha llevado del país y que esta ha dicho (en una única ocasión) que se encuentran bien. Más allá de esa frase no hay ninguna confirmación del paradero o estado de los menores: «En todo este tiempo no hemos recibido ninguna fe de vida, ni una sola prueba fehaciente de que se están en buen estado; no sé cómo se encuentran, si están bien, si se han puesto malos, nada; no me coge el teléfono, no me dice nada», afirma Heriberto entre lágrimas.
En estos tres meses los pequeños no han ido al colegio ni un solo día. «No están escolarizados», subraya el padre, para quien este caso es un secuestro parental claro en el que las autoridades deberían estar «dando más de sí». «Mis hijos pueden estar en cualquier lugar del mundo».
La letrada de Heriberto, Macarena Mayor, explica que las diligencias por la desaparición de las menores están abiertas en el juzgado de Instrucción número 5 de Estepona. Además, remarca que la madre de los menores tenía una prohibición expresa de abandonar el país con los menores, aplicada por el titular de uno de los juzgados en los que se han aplicado las medidas tras el divorcio de la pareja.
Según indican Heriberto y su letrada, la madre de los menores está siendo actualmente investigada por simulación de delito. Al parecer, simuló una agresión por la que su expareja fue detenido delante de sus hijos. Tal y como indica el padre de los menores, es muy probable que la progenitora decidiera abandonar el país tras ser notificada de la investigación.
Heriberto asegura estar viviendo un auténtico infierno, ya que está apartado de sus hijos y considera que quienes tienen la obligación constitucional de velar porque se cumpla la custodia «podrían hacer más». Stephanie y Leonardo son «dos niños felices». «Tienen una gran afición por la cocina, les encanta Master Cheff y probar cosas en los fogones«. Además, están acostumbrados a resolver puzzles: »Nos pasamos mucho tiempo resolviéndolos en el salón«.
Esta semana, el Ministerio del Interior, la Fundación Ayuda a Menores y Adolescentes en Riesgo (ANAR), SOS Desaparecidos y NISDE –Asociación de Niños sin Derechos– han difundido la imagen de ambos menores en redes sociales pidiendo colaboración ciudadana.
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Carlos G. Fernández y Lidia Carvajal
Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
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