Qué se sabe (y qué no) en el caso del padre Fran, el cura acusado de violar a mujeres inconscientes

Repasamos las claves de uno de los casos más mediáticos registrados en Málaga este último año: las certezas que ha arrojado la investigación inicial y las incógnitas aún pendientes de despejar

Sábado, 7 de octubre 2023, 11:15

Aprovechaba los viajes de ocio que realizaba con su grupo de amigos para, presuntamente, sedar a mujeres con el objetivo de agredirlas sexualmente y grabarlas en vídeo. Así habría actuado -posiblemente durante años- el cura detenido por la Policía Nacional en Vélez-Málaga, en la actualidad en prisión preventiva ... . De momento, los investigadores han identificado a cinco víctimas, aunque no descartan que haya más afectadas en Málaga, Melilla y Córdoba. Una exnovia fue la encargada de dar la voz de alarma, tras encontrar un disco de almacenamiento con las duras imágenes. Estos son los ingredientes de uno de los casos más mediáticos registrados en la provincia este último año, que lleva ya casi dos semanas acaparando titulares en toda España. Repasamos todas sus claves, las certezas que ha arrojado la investigación inicial y los interrogantes pendientes aún de despejar.

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  1. Cronología de los hechos: así comenzó a destaparse el caso

    Primera señal de alarma: una chica llorando a los pies del Cautivo en Melilla

Para fijar el marco cronológico de los hechos hay que remontarse a enero de 2023. Una chica joven, rondando la treintena, lloraba amargamente a los pies del Cautivo en la iglesia de Santa María Micaela, en Melilla. La mujer lloraba desconsolada porque, según confesaría más tarde, mantenía una relación sentimental con el padre Fran (33 años), al que estaba muy unida. En aquel momento ya mencionó que había encontrado imágenes comprometidas suyas de contenido sexual. El obispo tomó entonces la decisión de apartar al sacerdote de la ciudad autónoma y lo mandó de vuelta a Málaga sin, inicialmente, asignarle parroquia alguna.

  1. Descubierto por su exnovia

    Hallan un disco duro con imágenes de agresiones sexuales

El segundo escándalo, el que lo envió definitivamente a prisión, saltaría ocho meses después. En agosto, la exnovia del cura acudió de nuevo a la iglesia e insistió en que en el domicilio que supuestamente compartían, había encontrado un disco duro que contenía imágenes de agresiones sexuales que habría cometido el padre Fran sobre mujeres aparentemente inconscientes. La iglesia la derivó a la Policía Nacional. En ese momento, la mujer acudió a la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la comisaría de Melilla, relató lo sucedido y entregó a los agentes una copia de las imágenes almacenadas en el disco duro.

  1. «Centenares» de fotos y vídeos

    Cuatro carpetas nombradas con sospechosas iniciales (las de sus víctimas)

Recibida la voz de alarma, los agentes empezaron por analizar las imágenes: «centenares» de fotografías y vídeos -según las fuentes consultadas- que el sospechoso había repartido en cuatro carpetas a las que, para identificarlas, les había asignado iniciales. Su exnovia -la de Melilla, porque al parecer tenía otra pareja en Málaga- contó a los policías que ella las abrió creyendo que se trataba de una película o una serie. El 6 de septiembre, el padre Fran acudió a comisaría para denunciarla a ella porque, según él, habría robado sin su consentimiento 3.000 euros y «material informático» que él guardaba en su casa. También dijo que él quería romper la relación, a lo que ella se negaba, y alegó que creía que había actuado por despecho.

  1. El contenido de las cintas

    Mujeres inertes sometidas a prácticas sexuales «de todo tipo» (la sustancia que empleó aún se desconoce)

En los archivos hallados en el ordenador del padre Fran se observa a cuatro mujeres semidesnudas, dormidas o más bien, como sospechan los investigadores, narcotizadas con algún tipo de sedante, ya que en las imágenes parecen completamente inertes ante las prácticas sexuales «de todo tipo» que les realizaba un hombre. Aún no han podido acreditar qué sustancia pudo emplear. Sigue siendo una incógnita del caso.

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  1. La investigación

    Lo que se sabe de las víctimas: amigas de su círculo, todas mayores de edad

Para lograr identificar a las mujeres que aparecen en las grabaciones víctimas de las agresiones sexuales y ponerles nombres y apellidos, los agentes utilizaron lo que se conoce como «investigación en fuentes abiertas», que no es otra cosa que peinar las redes sociales y seguir el rastro que deja en Internet cualquier usuario. Los policías de la UFAM intuían que estaban en el entorno del sacerdote. Y no se equivocaban. Poco a poco fueron relacionando las iniciales de las carpetas y las imágenes que contenían con cuatro mujeres del círculo del padre Fran. Podría decirse que eran amigos. Las víctimas localizadas hasta el momento son todas mayores de edad, de entre 20 y 35 años, aproximadamente.

  1. Paralelismos con una serie de los 80

    'Operación Pájaro Espino': ¿por qué dicha denominación?

A los más jóvenes seguramente no les diga nada el nombre. Pero los que estén por encima de los cuarenta recordarán los dos rombos -no era apta para menores de 18- con los que estaba clasificada. 'El Pájaro Espino' fue una polémica serie de televisión emitida en los ochenta sobre el amor prohibido entre el padre Ralph de Bricassart (un cura interpretado por Richard Chamberlain) y la feligresa Meggie (Rachel Ward). El paralelismo era claro. La chica a la que acababan de atender les había contado que mantenía una relación amorosa con el párroco de la iglesia de Santa María Micaela, en Melilla, y que había descubierto por accidente unos archivos que contenían vídeos sexuales. Más tarde, los investigadores de la UFAM Central pensaron que la chica, muy vinculada a la iglesia y a las cofradías, podía ser religiosa. Así que ellos bautizaron la operación con el nombre de 'Nun', que en inglés significa monja.

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  1. La investigación

    Los delitos que se le atribuyen: cuatro de agresión sexual y cinco contra la intimidad

Por ahora, al padre Fran se le atribuyen cuatro casos de agresión sexual. Pero hay una quinta afectada a la que habría grabado, al parecer sin llegar a abusar de ella (otra novia que el cura había tenido en Málaga y que desconocía aparecer en cintas suyas). Ello hace que se le imputen cinco delitos contra la intimidad -y no cuatro-. Una vez localizadas a las mujeres, los investigadores las citaron en comisaría para tomarles declaración. Todas coincidieron en algo: curiosamente desconocían que habían sido agredidas sexualmente y que habían sido grabadas. Los agentes les advirtieron de la dureza de las imágenes. Tres de ellas rehusaron verlas. Las otras dos sí lo hicieron. Las cinco han denunciado. Tras ser puesto a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión preventiva.

  1. Su 'modus operandi'

    La religión como nexo de unión: agresiones cometidas durante viajes de convivencia

El testimonio de las víctimas ha permitido reconstruir el 'modus operandi' presuntamente utilizado por el padre Fran. Las agresiones sexuales habrían sido cometidas durante viajes de convivencia con la religión como nexo de unión y en un clima de confianza como telón de fondo. Habrían sucedido en viviendas e incluso, al parecer, en una casa parroquial. Para grabarlas, habría empleado su teléfono móvil.

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  1. Su versión

    ¿El acusado ha llegado a admitir los hechos?: «Ya sabes que soy un golfo»

Al descubrir aquellas duras imágenes, su exnovia le habría pedido explicaciones a lo que el sacerdote habría respondido con excusas, alegando que correspondían «a una época pasada». Pero también soltó una frase -siempre según la versión de ella- que resulta demoledora: «Ya sabes que soy un golfo». El cura fue detenido la madrugada del 11 de septiembre, sobre la una, cuando volvía a su casa, en Vélez. Ese mismo día había oficiado la misa de la mañana en Yunquera. Los policías salieron a su encuentro y le leyeron los derechos por las supuestas agresiones sexuales y los delitos contra la intimidad. Reaccionó con tranquilidad. Guardó silencio y no colaboró: se acogió a su derecho a no declarar y tampoco se prestó a la prueba de ADN.

  1. La detención

    ¿De qué ejercía cuando fue arrestado?

En el momento de su detención -el pasado 11 de septiembre- Fran estaba ejerciendo la figura de administrador parroquial -que no es otra cosa que el párroco sustituto o en funciones- en las iglesias de Nuestra Señora de la Encarnación, en Yunquera, y Santa María de la Encarnación, en El Burgo. Seguía pues en activo. Ese mismo día, de hecho, había oficiado la misa de la mañana en Yunquera.

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  1. Sospechas de la policía

    ¿Podría haber más víctimas?

Los agentes tienen serias sospechas de ello, principalmente porque las cuatro carpetas localizadas se circunscriben a un periodo muy concreto, entre 2017 y 2019, y no descartan que hubiese actuado más tiempo al sentirse impune de esos hechos. En el registro de su casa, los investigadores localizaron más material tecnológico -discos duros, pen drives, varios teléfonos móviles y una cámara de fotos- cuyo contenido ya ha sido volcado y se encuentra en el servidor de la policía. Ahora empieza la siguiente fase del caso: examinar todas las imágenes por si hay más víctimas. La propia policía no descarta que hubiera más en Melilla, Málaga o Córdoba.

  1. Llamamiento de la policía

    Su trayectoria: ¿en qué ciudades podría haber practicado más abusos?

El rastro que ahora siguen los agentes es también el de los destinos que ha tenido el padre Fran estos años atrás. En agosto de 2017 lo nombraron vicario parroquial de Álora y párroco de Ardales y Carratraca. En diciembre de 2018, fue designado capellán de los Colegios Diocesanos San José Obrero y San Julián, en Málaga, y San Juan Pablo II, en Alhaurín de La Torre. Y en julio de 2021 lo nombraron párroco de Santa María Micaela de Melilla y capellán del Centro penitenciario de la ciudad autónoma. Los agentes lo han ubicado en Valdepeñas (Ciudad Real), por lo que también se investiga su paso por allí. Y hacen un llamamiento a posibles víctimas: si lo conocieron y coincidieron con él en alguno de esos viajes, y tienen la más mínima sospecha, deben ponerse en contacto con el 091 o acudir a la comisaría más cercana.

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  1. La reacción de la Iglesia

    El Obispado se persona como acusación particular

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha emitido una carta pastoral en la que ha mostrado «repulsa y condena más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer». El Obispado ha decidido personarse como perjudicado de este caso, en calidad de acusación particular y ha iniciado el procedimiento para la expulsión del estado clerical del mismo, según la normativa canónica.

Las incógnitas abiertas del caso

  1. ¿Por qué tardó su novia ocho meses en denunciarle?

El proceso hasta llegar a la denuncia fue largo. Ocho meses. Los que transcurrieron de la Navidad -que fue cuando encontró las imágenes- al 23 de agosto, que fue cuando dio el paso de poner la denuncia en comisaría y entregó una copia de las fotografías y los vídeos encontrados en el disco duro. En esos meses, su exnovia mantuvo contacto con la iglesia de Santa María Micaela, de la que es feligresa y a la que al parecer acudió hasta en tres ocasiones para contar que había descubierto algo de él que podía ser «delito». El motivo de la tardanza en entregar el material, según confesó ella misma a la UFAM, era que no quería dañar la imagen de la iglesia. Pero también existía un segundo factor: había estado muy enamorada del sacerdote.

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  1. Desde enero, ¿la pareja mantuvo el contacto?

Al parecer, sí. Fuentes consultadas aseguran que al parecer ambos siguieron intercambiando mensajes, al menos hasta el mes de mayo, momento en el que la que fuera su novia dio un paso más y empezó a mandarle correos al Obispado. En el e-mail, solicitaba una cita con el obispo de Málaga, Jesús Catalá, para contarle «un delito» cometido por el padre Fran «que no tiene que ver con la relación».

  1. ¿Cómo se explica que el Obispado le mantuviera en el puesto pese a los avisos?

En enero, su novia ya alertó de que había descubierto algo que podía ser delictivo. Sin embargo, en ese momento la decisión del Obispado fue apartar al sacerdote de la ciudad autónoma y enviarlo a Málaga para que reflexionara. El día de su arresto -de hecho- seguía en activo y había oficiado la misa de la mañana en Yunquera. Al principio, distintas voces de la Diócesis malagueña trataron de hacer ver a los medios -y con ello, a la opinión pública- que el traslado del cura se había producido por enfermedad y alegaron que no tenían constancia de los gravísimos hechos que ahora se investigan. La Iglesia recibió hasta cuatro avisos -con mayor o menor profusión de detalles- en ese sentido antes de que la policía lo investigara. Otras fuentes del mismo ámbito religioso han manifestado: «No éramos conscientes de que hubiera actuaciones delictivas graves. Somos los primeros que nos sentimos engañados por él y sorprendidos por la gravedad de los delitos, porque no se le habría enviado a Yunquera y El Burgo».

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  1. ¿Sabía el padre Fran que estaba siendo investigado y habría borrado más archivos?

El padre Fran tuvo tiempo de sobra de destruir pruebas, de ahí que los investigadores alberguen pocas esperanzas de hallar más información sobre sus actividades en los dispositivos intervenidos. No obstante, el cura no llegó a formatearlos, por lo que el reto de los peritos informáticos de la policía es recuperar cualquier archivo que hubiese podido borrar.

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