Acusan a un hombre de violar a su hija de los 4 a los 15 años

El escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público recoge el infierno que habría vivido la menor, que habría intentado quitarse la vida «a consecuencia del trauma vivido por los comportamientos lascivos de su padre». La joven sigue en tratamiento psicológico y psiquiátrico a día de hoy.

La familia residía en la provincia de Málaga cuando ocurrieron los hechos. Según el fiscal, los abusos habrían comenzado cuando la pequeña se encontraba a solas con su padre en casa. Para llevar a cabo los supuestos tocamientos, utilizaba el pretexto del 'juego de la comidita' o bien sentaba a la menor sobre sus piernas. Al parecer, la «asustaba» amenazándola con darle una paliza si se lo contaba a alguien.

El representante del Ministerio Público sostiene que, otras veces, el procesado se acostaba junto a su hija y, ante la negativa de la niña, «le tapaba la boca fuertemente la boca para que no gritase, le presionaba con los dedos en las costillas para inmovilizarla, la agarraba de los pelos y la arrastraba, o le propinaba puñetazos por todo el cuerpo», siempre según el relato acusatorio.

Los tocamientos también habrían ocurrido mientras duchaba a su hija hasta que cumplió los 12 años. «El acusado atemorizaba a su hija con reventarle la cabeza si contaba algo a alguien de lo que sucedía», detalla el fiscal, que añade: «Ante el llanto de ella, suplicando que la dejase en paz, su padre le decía que si no se callaba la iba a matar, al tiempo que continuaba con los tocamientos».

A partir de los ocho años, «empezó a realizarle sistemáticamente, incluso a diario, penetraciones», según el Ministerio Público. La situación se habría mantenido hasta que la menor cumplió 15 años, empleando para ello «amenazas y agresiones físicas» ante cualquier negativa que su hija manifestara.

Por todo lo anterior, la Fiscalía de Málaga solicita que el acusado sea condenado a una pena de 15 años de prisión por un delito continuado de violación, así como a la medida de libertad vigilada durante un plazo de 10 años.

También pide que se le imponga la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de su hija, así como comunicarse con ella por cualquier medio durante un plazo de 10 años, y que la indemnice con la suma de 120.000 euros por las lesiones morales padecidas.