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Abordaron a la víctima en las inmediaciones de un restaurante de comida rápida de San Pedro Alcántara. Por señas, le hicieron saber que tenía dos opciones: o se subía con ellos al BMW o lo mataban. Amedrentado, optó por la primera. A continuación, lo maniataron y condujeron hasta una casa rural de Álora. Ahí empezó su cautiverio, que se prolongó durante unas once horas en las que no cesó la ristra de golpes.
Tres de los cuatro implicados en el secuestro, de origen francés, han reconocido su responsabilidad en los hechos ante la Audiencia Provincial después de que la acusación y la defensa llegaran a un acuerdo de conformidad. Así, de los cinco años y medio que pedía inicialmente la Fiscalía, la condena se ha visto rebajada a dos años y medio. El cuarto sospechoso todavía está en busca y captura.
Los hechos se remontan a finales de julio de 2022. Sobre las 22.00 horas, según se expone en la resolución, a la que SUR ha tenido acceso, los acusados, puestos de común acuerdo para privar de libertad a la víctima, se dirigieron al parking del McDonald 's del Centro Comercial La Colonia. Tras localizar allí a su objetivo, le hicieron señas para que se subiera al coche, a lo que este obedeció tras la amenaza de muerte.
En cuanto entró al BMW, los procesados lo maniataron con unas bridas al tiempo que le agarraban del cuello para vencer su resistencia. Lo tumbaron en el asiento y, mientras uno le cogía de los pies, otro se sentó sobre su cabeza. Y entre tanto, empezó la ristra de golpes para que les diera información sobre un cargamento de droga y dinero.
Así se dirigieron a una casa rural en la localidad de Álora que había sido alquilada previamente por uno de los encausados, a la que llegaron sobre las 23.25 horas. En cuanto se apearon del turismo introdujeron a la víctima en un cuarto de baño, donde siguieron tanto con el interrogatorio como con los golpes.
A lo largo de esa noche, de acuerdo con la sentencia, lo amedrentaron portando cuchillos de tipo sierra y jamonero. También le obligaron a quitarse la ropa y a entrar en una bañera, donde le dijeron que lo iban a desmembrar si no respondía a las preguntas. La situación, según ha quedado probado, generó un gran temor y desasosiego en el perjudicado, que creyó en la posibilidad de que llevaran a cabo las amenazas.
Más tarde lo introdujeron de nuevo en el salón, donde los captores siguieron golpeándole durante toda la noche. Y así hasta la mañana siguiente, cuando los acusados le colocaron una toalla en la cabeza para que no viera el entorno y lo metieron de nuevo en el BMW. No soltaron al hombre hasta las 13.45 horas, cuando lo dejaron abandonado en un camino de tierra situado en Cártama.
Según se recoge en el fallo, tras llegar a un acuerdo de conformidad entre las partes, los tres encausados tendrán que cumplir dos años de cárcel por un delito de detención ilegal y otros seis meses de prisión por las amenazas. De igual manera, tendrán que hacer frente a una multa de 300 euros por las lesiones.
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