

Secciones
Servicios
Destacamos
Una llamada. Al otro lado del teléfono alguien se identifica como técnico informático, a veces incluso de Microsoft, pero no tiene título ni trabaja para el gigante tecnológico. Es un ciberestafador, experto en enredar y ganarse la confianza de su víctima para desvalijarla. Este modelo de estafa se conoce como el falso técnico de Microsoft, es un viejo conocido de los agentes que combaten el cibercrimen pero sigue siendo efectivo para quienes buscan robar a través de internet.
La Policía Nacional alertaba hace unos días de una campaña de esta estafa. Desde el Grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial de Málaga explican a SUR que actualmente hay una oleada de afectados por este timo en todo el país.
El proceso es sencillo y, aunque parezca difícil, mucha gente pica. Tras identificarse como técnico, el artífice de la llamada dice a su incauto potencial que tiene el ordenador infectado. «Hoy en día muchísima gente utiliza programas pirateados o se descarga archivos de sitios no fiables, se aprovechan de esa idea para convencer al usuario de que tiene un problema».
📣 #Estafa
— Policía Nacional (@policia) April 13, 2021
¿Has recibido una llamada en tu teléfono fijo diciéndote que tienes un virus en el ordenador?
Te dirán que pueden solucionarlo
de manera remota a cambio de 5 € y que para ello les facilites los datos de tu tarjeta bancaria#Nopiqueshttps://t.co/hnHJt9vMad pic.twitter.com/RCiOK6dlYg
Los ciberestafadores que se atreven con este timo tienen «un gran don de palabra» y consiguen mantener al incauto «mucho tiempo al teléfono». Su idea, según han podido averiguar los investigadores, es ganarse la confianza del que escucha al otro lado de la línea y, tras mucho esfuerzo, hacer que se instale un programa de control remoto para hacerse con los mandos del sistema.
Una vez el ciberdelincuente tiene control sobre el equipo de su víctima se abren dos vías para la estafa. La primera y más habitual es ejecutar una especie de paripé en la que «hacen creer a la víctima que le han desinfectado el ordenador». Finalizado el proceso, le piden que introduzca los datos bancarios para pagar por el servicio (por el que piden una cantidad asequible, entre cinco o veinte euros). En el momento en el que el incauto hace uso de su identificación bancaria para hacer la transferencia, los ciberdelincuentes tienen en su poder todo lo necesario para desvalijar esa cuenta.
La segunda modalidad es más compleja y menos habitual, porque requiere que el falso técnico vaya aún más lejos. Consiste en, mediante «labia y habilidad social», conseguir que la víctima abra su banca móvil a través del ordenador que está siendo monitorizado por los estafadores. Mientras distraen a la víctima tienen total operatividad en sus cuentas: «Se han dado casos de que en ese tiempo han solicitado préstamos instantáneos».
La policía define a estos delincuentes como «auténticos magos de la palabra» que han heredado las cualidades de los antiguos timadores y, mediante la ingeniería social, han llevado el arte del fraude al siguiente nivel. «Internet ha aumentado las víctimas potenciales, con un solo clic llegan a mucha gente mientras que antes los estafadores tenían que salir a la calle y exponerse, era mucho más difícil».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.