Empieza a caer la noche y los vecinos de Puertosol se preparan para salir a patrullar. Agarran algo de abrigo, quedan por el grupo de WhatsApp en algún punto de la urbanización y, con sus linternas en la mano, arrancan las batidas. Las luces no solo sirven para alumbrar el camino lleno de piedras y completamente a oscuras del arroyo que rodea la comunidad y por el que saben que acceden los ladrones, los residentes ya tienen todo un código para comunicarse con estos dispositivos en la distancia y reconocerse entre ellos.
Publicidad
Así llevan ya varios días a causa de los robos e intentos de asaltos sufridos en las últimas semanas; los últimos, el pasado sábado. No solo están asustados. También desesperados, dicen. «Aquí hay niños y personas mayores y vemos que entran en una casa y en otra y que esto no tiene solución; y así estamos, saliendo nosotros a patrullar», lamenta Javier Santos, uno de los vecinos de esta urbanización del Puerto De la Torre.
Los grupos recorren ese camino alumbrando las partes traseras de las viviendas, que es por donde tienen comprobado que se cuelan los delincuentes. El problema, además de la oscuridad, es la espesura de los matojos que cubren la fachada exterior. «Por mucho que iluminemos con la linterna, ahí se puede esconder alguien y no lo vamos a ver; aquí no solo se necesitan policías, también farolas y saneamiento de la vegetación», indica Miguel Ángel, vicepresidente de la comunidad de propietarios.
Otros residentes se suman a la movilización con sus propios coches para, en caso de recibir un aviso por un movimiento extraño, poder dar alcance rápidamente a los sospechosos. «Nos ha parecido ver a unos chavales por la zona desde lejos», indican tres vecinas por el grupo de WhatsApp para que quienes van en sus vehículos se acerquen a mirar. Como reconoce la presidenta de Puertosol, María Ángeles, ya desconfían de cualquier desconocido que ande por las inmediaciones.
Noticias relacionadas
Según la comunidad de propietarios, los ladrones han asaltado al menos ocho casas de la urbanización, situada en el distrito de Puerto de la Torre, y han conseguido robar en tres de ellas. Hace tres semanas lo intentaron en la de Francis, pero saltaron los sensores del sistema y la alarma espantó a los cacos. «Estábamos fuera y tuvimos suerte porque no llegó a más; pero cuando sabes que casi entran en tu vivienda ya no puedes dormir tranquilo», admite. Y resume su sensación en una palabra: miedo.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El PRC elegirá en primarias al sucesor de Miguel Ángel Revilla el 4 de mayo
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.