Narcotraficantes armados embisten a los agentes que los sorprendieron en pleno alijo

Una embarcación se dirigía a las costas de Estepona en plena madrugada, a toda velocidad. La Guardia Civil, en el marco de la Operación Torcal (desplegada para frenar la llegada de estupefacientes por vía marítima), detectó la maniobra y comenzó a seguir a la lancha, que tocó tierra en la playa de Guadalobón, en Estepona. Allí sorprendieron a cuatro personas descargando paquetes -que posteriormente se descubrió que contenían hachís- e introduciéndolos en un coche. Al verse sorprendidos por los efectivos policiales, embistieron a uno de los vehículos del dispositivo que trataba de cortarles la huida, hiriendo de diversa consideración a los dos agentes que había en su interior, que fueron trasladados de urgencia al hospital. Un tercer efectivo resultó herido durante esta persecución, que fue la segunda similar acontecida en Estepona en los últimos días.

Según fuentes consultadas, uno de los agentes heridos tuvo que ser sometido a varias pruebas diagnósticas ante la posibilidad de que se fracturase una vértebra tras el impacto. Al cierre de esta edición se desconocía el alcance de las lesiones de los agentes.

Pese a sus violentos intentos por escapar, los guardias civiles consiguieron detener a cuatro personas por su implicación en el transporte de unos 500 kilos de hachís, lo que supone un delito contra la salud pública -a los arrestados se les imputan además otros ilícitos-. Según informó ayer la Benemérita en un comunicado oficial, dos de los arrestados llevaban pistolas en el momento en el que se enfrentaron a sus captores. Además, durante el registro del todoterreno con el que embistieron el vehículo policial -de alta gama que figuraba en los archivos de Tráfico como robado- encontraron una tercera arma de fuego, ubicada en el asiento del copiloto. Todas ellas estaban cargadas y preparadas para disparar.

Uno de los cuatro detenidos fue el que se subió en el todoterreno para tratar de escapar, aunque pese a su ataque, fue finalmente apresado. En la operación participaron guardias civiles pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y Algeciras, al OCON-SUR -Operativo Contra el Narcotráfico, una unidad creada específicamente para luchar contra las mafias- y al Grupo de Acción Rápida (GAR).

Esta intervención de la Guardia Civil es la segunda similar producida en los últimos días en Estepona. El pasado cuatro de septiembre la Benemérita anunciaba que como resultado de una actuación policial durante un alijo por vía marítima, dos agentes resultaron heridos leves después de que los sospechosos embistiesen un vehículo oficial, impactando en la puerta trasera del mismo.

La intervención, llevada a cabo también en el marco de la Operación Torcal, se saldó con seis narcotraficantes detenidos y en torno a 600 kilogramos de hachís incautados. La narcolancha -que incumplía la normativa que regula este tipo de embarcaciones- fue abandonada por el piloto, que se dio a la fuga. Fueron sorprendidos por fueron sorprendidos por efectivos de la Comandancia de Málaga y del OCON-SUR, que comprobaron que pertenecían a una red criminal dedicada al narcotráfico en la Costa del Sol y en la de Cádiz.

Este enfrentamientos con la Guardia Civil se han producido la misma semana en la que un Policía Nacional de Algeciras resultó herido grave durante una persecución en la trataban de alcanzar a varias personas que estaban transportando estupefacientes durante la madrugada del pasado sábado.

En el marco de la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Málaga, ayer la Policía Nacional anunció el cierre de cinco puntos de venta de droga durante el mes de agosto en Málaga capital, periodo de tiempo en el que este cuerpo detuvo a 17 personas por delitos contra la salud pública tan solo en este municipio.

Fruto de estas investigaciones se ha procedido a la incautación de 48 kilos de marihuana, 47 gramos de cocaína y 45 gramos de heroína, entre otras sustancias, y han sido intervenidos 29.129 euros, un vehículo, un arma de fuego y munición. Todos estos efectos forman parte de tramo final del mercado de estupefacientes, es decir, la venta directa al consumidor.