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El bróker Javier Biosca, investigado por el mayor fraude en criptomonedas en España, ha sido hallado muerto la mañana de este martes 22 de noviembre en Estepona. Inicialmente, la investigación no apunta a la participación de terceras personas en el óbito.
Biosca se alojaba en un complejo de apartamentos y campos de golf de la localidad costasoleña. Se encontraba en su habitación acompañado por su mujer y su hijo. Al parecer, sobre las 11.15 horas, salió a la terraza y cayó al vacío. La Policía Nacional investiga las circunstancias de la muerte.
Fue un trabajador del hotel quien, al escuchar el golpe, descubrió el cuerpo de Biosca en unas zonas comunes del recinto y dio la voz de alarma. La mujer contó a los agentes que se asomó a la terraza alertada por el ruido.
Fuentes cercanas al caso informaron de que Biosca había sido detenido por la policía hace aproximadamente tres semanas en virtud de una reclamación judicial. Al parecer, en estos días debía hacer frente -aseguran las mismas fuentes- a un pago en los juzgados que investigan su caso.
El empresario fue detenido en junio de 2021 en Maro, a donde se había instalado a vivir hacía apenas un mes, después de que se cruzara de causalidad con un control rutinario de la Guardia Civil. Los agentes, al introducir sus datos en las aplicaciones informáticas, comprobaron que sobre él pesaba una orden de busca y captura.
La misma había sido dictada por la Audiencia Nacional, hasta donde llegó la querella que presentó en primera instancia la abogada Emilia Zaballos en un juzgado gallego en representación de los primeros afectados. Biosca estaba estaba investigado por estafar más de 280 millones de euros en bitcoins.
En cuestión de semanas, fueron apareciendo nuevas víctimas hasta superar las 600, con jueces, notarios o inspectores de Hacienda entre los perjudicados. De hecho, ante las dimensiones del caso, los damnificados se unieron bajo el paraguas de una agrupación, la Asociación Afectados Criptomonedas. En la actualidad, la cifra de afectados por la estafa rondaría el millar de personas.
Biosca llevaba varios años presente en las redes sociales y desde 2010 se presentaba como gerente de una empresa dedicada al marketing online. En 2019, en cambio, dio el salto a los criptoactivos y comenzó a reclutar inversores, a quienes prometía altas rentabilidades.
De acuerdo con la querella, el agente bursátil garantizaba beneficios del 20 al 25% a la semana. Más adelante, rebajó esta garantía al 10%. El bróker empezó a amasar su negocio con una treintena de clientes, y estos en poco tiempo se dispararon hasta el medio millar.
Con perspectivas de incrementar su radio de acción, Biosca se trasladó de Toledo a Marbella en busca de perfiles con un gran poder adquisitivo, donde su nombre se hizo al cabo de poco tiempo conocido con eventos a los que llegó a bautizar como 'la fiesta del bitcoin'.
Como prueba del nivel de vida que alcanzó, en la Costa del Sol adquirió una mansión en la que mandó instalar hasta cuatro cajas fuertes y una habitación del pánico, además de rodearse de un equipo de seguridad. Todo apuntaba a que se posicionaba en lo más alto.
Así, el empresario pudo afrontar los beneficios de sus usuarios hasta otoño de 2020, cuando su imperio comenzó a tambalear y empezaron los impagos. En marzo de 2021 los primeros afectados dieron las primeras voces de alarma al ver que sus fondos habían desaparecido.
La orden de detención de Biosca fue dictada después de que la abogada Zaballos pidiera al Juzgado de Instrucción Central la adopción de medidas cautelares para asegurar sus cuentas bancarias. A principios de junio de 2021 la Fiscalía emitió un informe a favor de su arresto y la orden se hizo oficial.
Tras su arresto y puesta a disposición de la Audiencia Nacional, el juez Santiago Pedraz acordó su ingreso en prisión provisional y sin fianza como investigado por delitos de estafa continuada, apropiación indebida y falsedad de documento público en relación con un supuesto fraude piramidal de inversión con criptomonedas.
En marzo de este año, sin embargo, se le concedió el beneficio de la libertad provisional después de que una empresa sevillana aportase el millón de euros que reclamaba la Audiencia Nacional como fianza. Apenas unos meses después, en julio, la sospecha de que podría huir llevó a la autoridad judicial a decretar nuevamente su ingreso en prisión.
La muerte de Biosca se ha producido solo unas semanas después de que, a finales del pasado mes octubre, se dictara un auto que acordaba conceder al bróker la libertad provisional por segunda vez en este año.
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