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Un joven de 28 años que trabajaba repartiendo comida a domicilio falleció este sábado en Marbella al chocar de frente contra un turismo conducido por una mujer que invadió el sentido contrario y que trató de huir, primero al volante y después a pie. ... Cuando la localizaron, escondida entre unos setos, presentaba evidentes signos de embriaguez, según informaron las distintas fuentes consultadas.
El suceso ocurrió a las 20.30 horas en la autovía A-7 a su paso por Marbella. La colisión se produjo en la calzada que va hacia Cádiz, por la que circulaba, en el sentido correcto de la marcha, un repartidor de comida a domicilio. El joven, de origen colombiano, iba en moto y estaba de servicio, ya que que llevaba el cajetín para transportar los pedidos.
A la altura del kilómetro 174 de la calzada, a unos 400 metros de la salida hacia Puerto Banús, se encontró de frente con un automóvil de la marca Mercedes, modelo GLA 200, alquilado a un rent a car. La conductora, inglesa, de 35 años y residente en la provincia de Málaga, había invadido el sentido contrario –se desconoce en qué punto– y circulaba a contravía.
El impacto fue mortal para el joven repartidor, que salió despedido al chocar de frente los dos vehículos. Pese a los intentos por reanimarlo, falleció prácticamente en el acto. La moto echó a arder y acabó completamente calcinada sobre el asfalto.
Testigos indicaron a los investigadores –de las pesquisas se ha hecho cargo la Guardia Civil de Tráfico– que la conductora del Mercedes siguió circulando en sentido contrario después de la colisión, pese a que las llamas se habían extendido también al exterior del turismo. Su intención era, supuestamente, huir del lugar al volante del automóvil, pero las condiciones en que éste quedó tras el siniestro no se lo permitieron. Recorrió unos 150 metros.
La tentativa de fuga no acabó ahí. Según las fuentes consultadas, la mujer se apeó del coche y escapó a pie. Una patrulla de la Policía Local de Marbella que acudió en apoyo de los agentes de la Benemérita encontró a la conductora escondida junto a los lavaderos de una gasolinera cercana. Al parecer, habría solicitado desde allí un servicio de coche de alquiler con conductor.
Los funcionarios comprobaron que la mujer presentaba signos de encontrarse bajo el efecto del alcohol. Los investigadores del subsector de Tráfico trataron de hacerle la prueba del etilómetro, pero, según describieron las fuentes consultadas, le costaba incluso mantener el equilibrio.
No obstante, al cierre de esta edición no se pudo confirmar si conducía bajo la influencia del alcohol, ya que hubo que hacerle pruebas de alcohol y drogas en el hospital por orden judicial. Se le detuvo por homicidio imprudente, varios delitos contra la seguridad vial y abandono del lugar del accidente.
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