El supuesto plan de fuga de 'El melillero': la Guardia Civil halla más de 50.000 euros

La 'operación Tindra' (la combinación de los nombres de las víctimas, Cristina y Sandra) acumula por ahora siete detenidos, incluido el propio 'melillero'. Los agentes han ido arrestando a todas las personas que, de un modo u otro, pudieron haberle ayudado en esos cuatro días que estuvo fugado de las Fuerzas de Seguridad, que lo buscaron sin cesar hasta la noche del viernes, cuando fue detenido en un palomar abandonado de una finca de la zona de Entrerríos, en Mijas.

La crónica de lo que sucedió esa noche es también el hilo conductor de esa supuesta red de encubridores. Todo comenzó sobre las nueve en la zona del Camino de Coín, donde la Guardia Civil detectó sendas motocicletas conducidas por dos jóvenes cuya descripción encajaba con la de José Arcadio.

Aunque en un primer momento se pensó que en una de ellas iba el fugitivo, otras fuentes consultadas apuntan a que no era así. Al igual que ocurrió el miércoles, cuando el Volkswagen Golf -en el que se sitúa a 'El melillero' cuando ocurrió el ataque con ácido- protagonizó una persecución a más de 200 kilómetros por hora desde Las Pedrizas hasta Mijas. Las pesquisas indican, tal y como ayer adelantó SUR, que no era José Arcadio quien conducía el turismo, sino otra persona de su entorno.

Del mismo modo, se sospecha que no era 'El melillero' quien iba en una de esas motos –una de las cuales sufrió un accidente con un vehículo camuflado de la Guardia Civil–, sino que él permanecía escondido en el palomar donde poco después sería detenido. Y que esas dos motos posiblemente no eran más que meros señuelos, una maniobra de distracción para la huida real, indicaron las fuentes consultadas.

La tesis policial es que José Arcadio no se refugió esa noche en el palomar abandonado huyendo de los agentes, sino que fue su escondite durante más tiempo, a tenor de los teléfonos móviles que se localizaron allí y también un 'túper' con restos de comida. Los agentes creen que su siguiente paso era huir en un coche –en las inmediaciones se hallaron tres automóviles de interés para la investigación, uno de ellos alquilado– presumiblemente con la intención de viajar al extranjero. Sin embargo, el cerco de la Guardia Civil puso fin a la fuga.

El sábado, tras la redada de la noche anterior, los agentes efectuaron numerosos registros en el marco de la operación en busca de pruebas. Uno de los hallazgos más sorprendentes fueron esos 50.000 euros en efectivo localizado en la propiedad de uno de los investigados. Algunas fuentes consultadas apuntaron que se puede acreditar el origen lícito del dinero, mientras que otras aseguraron que esa cifra en metálico, hallada en el contexto de la investigación de una fuga, podría tener como destino financiar la misma.