A-355 Marbella-Cártama: la carretera de la droga

La transformación de la A-355 en un punto caliente de la droga es consecuencia del Plan Especial para el Campo de Gibraltar, que puso en marcha el Ministerio del Interior ante el deterioro de las condiciones de seguridad que sufrían los municipios de la zona como consecuencia de las actividades del crimen organizado, sobre todo el narcotráfico. Esto ha provocado que las actividades de estas redes se hayan desplazado y que los delincuentes hayan buscado otros espacios en los que operar.

Ahí es donde entra en juego la provincia de Málaga y, más concretamente, la Costa del Sol. La presión policial en el Campo de Gibraltar ha desplazado los desembarcos de hachís y las guarderías, que es como se conoce en el argot policial a los lugares en los que las bandas organizadas esconden las sustancias estupefacientes tras los alijos en las playas.

De esta forma, los narcos movieron sus operaciones del Campo de Gibraltar a sus proximidades, detectándose un incremento de la actividad en zonas como Manilva, Casares o Estepona, entre otras localidades malagueñas. Sin embargo, las autoridades han ido tras ellos y la presión policial también ha aumentado en estos puntos. De hecho el plan especial de Interior se amplió a provincias como Málaga o Huelva, donde se mantendrá en los próximos años.

Es por ello que los narcos, en su objetivo de continuar con sus operaciones, no dejan de buscar nuevas zonas en las que operar sin ser detectados. Fruto de esta situación se da el hecho de que la carretera A-355 y sus inmediaciones se hayan convertido en un punto caliente del tráfico de drogas.

Un experto en la lucha contra este tipo de delincuencia explica que los narcos eligen esta zona por su buena ubicación geográfica: «Está cerca de puntos fuertes en los que se producen alijos, como Estepona o Marbella».

El agente insiste en que la buena conexión que tiene esta carretera autonómica es otro de los puntos fuertes con los que cuenta la zona. Esta vía permite, en poco más de media hora, pasar de Marbella a Cártama evitando la autovía que recorre la Costa del Sol. Además, enlaza con la AP-7 y con la A-357, una vía de dos carriles en cada sentido que conecta con Málaga en unos 25 minutos.

Guarderías de hachís

En esta carretera hay numerosos cortijos, lo que supone un aliciente más para los narcos a la hora de trasladar hasta esta zona su operatividad. Se trata de fincas apartadas, lejos de miradas indiscretas, en las que estos delincuentes se sienten seguros para establecer las guarderías de hachís.

Al respecto, el responsable policial dice que estos cortijos son fáciles de vigilar para evitar los 'vuelcos', que es como se denomina a los robos de droga entre las propias bandas organizadas. Por otro lado, además de guardar en ellos el estupefaciente, el experto insiste en que muchas organizaciones optan por enterrar las sustancias y el dinero de sus negocios en estos terrenos para ocultarlos.

Las autoridades, en el marco de su lucha contra el narcotráfico, también han detectado que las bandas usan estas fincas para producir la droga. En concreto, instalan grandes plantaciones de marihuana en cultivos 'indoor' dentro de los caseríos, en los que no hay vecinos cerca que puedan percatarse del fuerte olor o de los aparatos que funcionan 24 horas al día y avisar a la policía.