Manda al hospital a cuatro policías de Málaga y destroza dos coches patrulla al detenerlo

Cuatro partes de lesiones y dos coches patrullas destrozados. Es el saldo de una intervención de la Policía Local de Málaga para reducir y detener a un hombre que primero intimidó a su hermana y que, posteriormente, amenazó con un cuchillo a los agentes.

Sucedió el jueves 27 de febrero en la zona de Churriana. La sala del 092 recibió una llamada de una mujer que informaba de que su hermano, español, de 35 años, estaba muy agresivo y había perdido el control. Al parecer, le exigía a gritos que le devolviera una suma de dinero y un anillo.

Al llegar, los policías locales encontraron a un hombre fuera de sí. Tenía en las manos una caja de la que sacó varias alhajas y las lanzó contra los coches que estaban aparcados en la calle. Repetía una y otra vez la misma maniobra y exigía a su hermana que le devolviera 100 euros que, según él, le había quitado.

La aparición de los agentes no lo disuadió. Los funcionarios intentaron tranquilizarlo, pero el hombre reaccionó amenazándolos de muerte, según las fuentes consultadas. Incluso llegó a decirles que ya se había llevado a otros por delante, aunque no se ha podido confirmar si tiene antecedentes por delitos de sangre.

La situación se volvió aún más tensa cuando el individuo metió la mano en uno de sus bolsillos, sacó un cuchillo y lo esgrimió contra los agentes. Por suerte para ellos, uno de los funcionarios logró darle un golpe en el brazo e hizo que el arma blanca cayera al suelo.

Al verse desarmado, el sujeto presuntamente arremetió contra su hermana, a la que se dirigió con intención de agredirla. Los policías locales, que estaban delante, se abalanzaron sobre él y se lo impidieron, aunque a la vista del estado de agitación y agresividad que mostraba hubo que pedir refuerzos.

Hasta seis agentes se sumaron a la intervención. Según relataron las mismas fuentes, el individuo la emprendió a patadas y puñetazos con los funcionarios, que se emplearon entre todos para inmovilizarlo. Cuatro policías locales tuvieron que ser asistidos en un centro hospitalario por contusiones o esguince de rodilla. Tres de ellos se encuentran de baja por las lesiones que sufren.

Pero los incidentes no terminaron ahí. Los agentes lo subieron en un coche patrulla para trasladarlo a un centro médico y posteriormente a comisaría. Una vez dentro, el sujeto comenzó a dar patadas, cabezazos y puñetazos a una de las puertas traseras.

Fueron tantos los golpes que, según las fuentes, acabó descuadrando la puerta y rompiendo el cristal. Incluso, sacó el cuerpo por la ventanilla rota, lo que le ocasionó cortes en el abdomen. Los funcionarios buscaron otro vehículo y el individuo repitió exactamente la misma maniobra: desencajó otra puerta a golpes.

Al final, tuvieron que pedir una ambulancia. Los sanitarios optaron por sedarlo para calmar su estado de nerviosismo y que se pudiera proceder a su traslado a un centro hospitalario. Aun así, dado el peligro que representaba para sí mismo y para los demás, dos policías locales lo escoltaron dentro de la ambulancia hasta su ingreso en la unidad de críticos, donde quedó encamado y a la espera de evolución.

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