Dos supuestos sicarios acusados de matar a tiros a un hombre en Mijas han quedado en libertad provisional tras abonar sendas fianzas de 20.000 euros sin que aún se haya celebrado el juicio por el crimen. La víctima, de 39 años y de nacionalidad ... inglesa, estaba casada y tenía un hijo menor de edad.
Los procesados, también británicos, habrían viajado a España sólo para cometer el asesinato, según reconoce la propia Fiscalía, que aunque pide para ellos una condena a 22 años de cárcel, ha accedido a que salgan de prisión tras pagar una fianza.
El Ministerio Público sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que el ajuste de cuentas se produjo aparentemente entre miembros de bandas rivales dedicadas al tráfico de drogas y asentadas en la localidad de Salford, en el área metropolitana de Mánchester.
Según la Fiscalía, los acusados llegaron a España desde Manchester el día 11 de noviembre «con el fin y propósito» de acabar con la vida de la víctima. El crimen se cometió 10 días después tras una minuciosa planificación en la que habrían estudiado las rutinas de su objetivo.
El día 13, uno de los acusados alquiló un Opel Corsa en Barcelona y se desplazó junto a su supuesto cómplice hasta Mijas, donde residía la víctima. Pararon en Alicante hasta el 15 de noviembre, recorriendo diferentes pueblos de la provincia, para reanudar el viaje hacia Mijas, adonde llegaron a las 23.39 horas de ese día.
Durante los días siguientes, los acusados -siempre según el relato acusatorio- hicieron distintos recorridos en torno al domicilio de la víctima «con el claro interés de ultimar los preparativos necesarios» para acabar con la vida de la víctima y de «proveerse del arma que utilizarían para ello».
La madrugada del 20 de noviembre, sobre las 3.50 horas, pasaron por la calle donde residía su objetivo para hacer «un último reconocimiento de la zona y asegurarse de las medidas de seguridad que tenía la vivienda».
Así, el 21 de noviembre de 2019, los acusados se dirigieron en el Opel Corsa y aparcaron cerca del gimnasio al que solía acudir la víctima. Allí estacionaron a las 14.43 horas y esperaron a que saliera de hacer deporte para volver a su casa, lo que ocurrió sobre las 14.58 horas.
Cuando fueron avisados -por terceras personas que no han sido identificadas- de que el objetivo se disponía a salir con su vehículo, presuntamente ejecutaron el crimen. Mientras uno de ellos esperaba al volante de otro vehículo, el segundo se aproximó caminando y realizó varios disparos a través de la ventanilla.
La Fiscalía destaca que actuó «de forma sorpresiva y con absoluta imposibilidad de defensa» para la víctima. Tras ello, los dos acusados se habrían dado a la fuga a bordo del vehículo.
El hombre murió de manera «casi inmediata» por las ocho heridas de bala que le alcanzaron en el tórax y las extremidades. La más grave de ellas le dañó la cavidad torácica y le provocó graves laceraciones en diferentes órganos, lo que le ocasionó la muerte.
La Fiscalía considera que los hechos constituirían un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, por los que solicita una condena de 22 años de cárcel para cada uno de los acusados (uno de ellos como presunto autor y el otro, como cooperador necesario). También pide una indemnización de 150.000 euros para la familia de la víctima.
Los dos sospechosos fueron detenidos en 2020. Uno de ellos fue arrestado en Reino Unido e ingresó en prisión por delitos anteriores cometidos en ese país. Paralelamente, se tramitó una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) para que la Justicia española lo pueda juzgar por el asesinato cometido en Mijas.
El otro detenido se estuvo desplazando durante cinco meses por distintos países europeos y sudamericanos. Después de que se decretara el estado de alarma, regresó a España y se instaló en una pedanía de Murcia, donde fue localizado y detenido por la Guardia Civil.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal consideró que procedía la libertad provisional de los acusados, aunque bajo fianza de 5.000 euros y con las medidas provisionales de retirada de pasaporte y prohibición de salida del territorio nacional.
El representante del Ministerio Público recoge en el escrito que uno de los acusados lleva ya tres años en prisión provisional, mientras que el otro llevaría encarcelado -por esta causa- desde julio de 2021, de manera que está ya cerca de cumplir dos años. No obstante, la prórroga se podría haber ampliado hasta los cuatro años, que es el máximo que permite la ley.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Fuengirola, que dirigió la investigación, dictó un auto el pasado mes de febrero en el que denegaba la libertad al procesado que llevaba menos tiempo en prisión, mientras que el otro consiguió la libertad provisional bajo fianza de 20.000 euros.
El investigado al que se le denegó la libertad recurrió a la Audiencia Provincial y los magistrados de la Sección Primera estimaron su apelación, a la que se adhirió el Ministerio Público.
Los jueces argumentaron que las situaciones de ambos son muy similares: los dos son británicos, ninguno tiene arraigo en España, los delitos que se les imputan (muy graves) son los mismos y se les pide la misma pena (22 años).
En consecuencia, la Sala estimó el recurso de apelación para evitar un «agravio comparativo» y mantuvo la prisión provisional para el segundo de los procesados, aunque eludible mediante el pago de otra fianza de 20.000 euros, igual que se había decidido con el primero. Ambos están ya en la calle.
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