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El empresario secuestrado este lunes en Vélez-Málaga ya está salvo en un hospital de la provincia. El hombre fue localizado en una carretera con contusiones y magulladuras. Al parecer, habría sido liberado por sus captores después de que le propinaran una paliza, aunque estos extremos tendrán que ser confirmados por la investigación, que se centra en identificar a los responsables del rapto y la motivación del mismo.
Los hechos han sucedido a las 17.30 horas de este lunes 3 de marzo en el polígono industrial La Pañoleta de la capital de la Axarquía. Tres hombres encapuchados y armados han irrumpido en las instalaciones de la empresa y se han llevado en un coche al dueño, de 58 años. Según las fuentes consultadas, varios coches de color oscuro se presentaron en la puerta de la nave del empresario, dedicado a la reparación y compraventa de vehículos.
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De los automóviles se bajaron unos encapuchados completamente vestidos de negro y provistos de armas cortas. Los delincuentes encañonaron directamente a la víctima y se la llevaron en presencia de varios de los trabajadores y de su mujer. Ella ha sido la que ha dado la voz de alarma, al salir gritando a la calle, tratando de perseguir el vehículo a pie.
Al parecer, los secuestradores introdujeron por la fuerza al empresario en el maletero de uno de los coches y se marcharon de la zona a gran velocidad. La secuencia del secuestro duró menos de tres minutos. El sistema de emergencias 112-Andalucía recibió una llamada que alertaba del secuestro, por lo que se movilizó inmediatamente a los Cuerpos de Seguridad.
Una patrulla de la Policía Local veleña llegó al lugar solo unos minutos después del suceso, pero no pudieron interceptar a los secuestradores, que para entonces ya habían logrado escapar del polígono.
Aunque en un primer momento se hizo cargo la comisaría de la Policía Nacional en Vélez-Málaga, el cariz del suceso y el modus operandi empleado aconsejaban la intervención de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco), que ya se ha incorporado a la investigación.
Aunque no se ha acordonado la zona, los agentes sí se han entrevistado con los familiares y empleados del negocio. En las naves próximas no se hablaba de otra cosa. Los trabajadores de una de ellas han explicado a SUR que el empresario llevaba más de una década al frente del negocio. «Es muy agradable y atento, siempre estábamos con las bromas», han expresado dos de las empleadas.
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