Secciones
Servicios
Destacamos
En los registros que la Policía Nacional llevó a cabo el domicilio de su madre, que era la vivienda desde donde se conectaba a la red, los agentes encontraron miles de archivos de pornografía infantil. También hicieron un siniestro hallazgo en su casa. En ... el salón del piso había muñecos de apariencia realista de niños desnudos y, en una estancia contigua, multitud de preservativos usados y cientos de prendas de menores, así como globos y caramelos. La persona que tenía todos estos artículos y archivos pedófilos era un sacerdote, que está previsto que se siente a partir de este jueves en el banquillo de los acusados para responder por estos hechos.
El cura acabó siendo detenido gracias al trabajo de rastreo de la red que realizaban ciberagentes de la Policía Nacional, que en este caso se cruzaron con una información que les llegó de un organismo estadounidense encargado de recibir y canalizar perfiles que comparten pornografía infantil. Arrancaba así la bautizada como 'operación Sandrina'.
La alerta de las autoridades norteamericanas incluía una serie de direcciones IP cuyas conexiones se ubicaban en la provincia de Málaga y sobre las que advertía de que, mediante el intercambio de archivos Peer to Peer (P2P), se estaban compartiendo imágenes de contenido pedófilo. El trabajo del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial se centró en explotar esa información y situar geográficamente los lugares desde donde se estaban realizando esas descargas, llevando uno de esos rastreos hasta el cura, que residía en la capital costasoleña.
El hombre ejerció durante doce años como profesor de religión en un instituto de Coslada (Madrid) y desde su ordenación como sacerdote en mayo de 2003, ejerció su ministerio en la diócesis de Alcalá de Henares. Tenía fijada su residencia en la comunidad de Madrid hasta que en octubre de 2017 ese trasladó a Málaga para cuidar de su madre, que se encontraba enferma y tenía 80 años de edad.
Precisamente, fue hasta casa de la anciana hasta donde llevó un primer rastreo de las IP efectuado por los policías nacionales. Desde allí se puso a disposición de los usuarios de una red de intercambios de archivos P2P, vídeos e imágenes en los que se pueden ver a menores, con edades inferiores a los 13 años, posando desnudos y practicando relaciones sexuales con adultos, siempre según indica el fiscal en su escrito de acusación, que ya adelantó este periódico.
A los agentes les sorprendió que la anciana, según se reflejaba en el catastro, residiera sola en la vivienda, situada en la zona de Miraflores de los Ángeles. Por ello, continuaron con las pesquisas para averiguar quien era la persona que realmente utilizaba esa dirección IP. Así descubrieron que justo en el piso de al lado vivía su hijo, el sacerdote procesado en esta causa.
Con todos estos datos, los agentes dieron paso a la fase de explotación con la entrada y registro, primero, en la vivienda de la anciana. Allí se encontraron numerosos dispositivos de almacenamiento masivo y varios equipos informáticos, así como un software de descargas en el que se apreciaban cadenas de búsqueda en las que el procesado, presuntamente, usaba palabras que aludían a la pornografía infantil.
Tras el paso por el piso de su madre, los agentes procedieron a registrar el del sacerdote. Allí además de los muñecos, preservativos y prendas de menores, intervinieron una gran cantidad de dispositivos de almacenamiento.
Tras ello, se procedió al volcado de la información de todos esos discos duros, donde los agentes descubrieron miles de imágenes y vídeos (más de 400.000) de contenido pedófilo. En algunos de ellos se aprecia como el procesado coloca una cámara oculta en baños para grabar a menores, en otros se le ve como realiza tocamientos a niñas, varios en clases de catequesis, según se recoge en el escrito del Ministerio Público.
El fiscal, en sus conclusiones provisionales, explica que por muchas de estas imágenes se abrieron procedimientos distintos contra el cura, que en Málaga nunca ejerció la docencia destinada a menores. Por ello y tras un auto del Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga, el procedimiento por el que este jueves se sienta en el banquillo de los acusados únicamente se refiere a los delitos de tenencia y distribución de pornografía infantil. Por ello, el fiscal pide nueve años de cárcel.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.