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De tener sus propias empresas a contraer una deuda superior a 120.000 euros en un intento de salvarlas. Un juzgado de Málaga ha exonerado a un hombre de pagar esta cantidad tras comprobar que no podía hacer frente a los distintos préstamos que encadenó antes de que, finalmente, sus negocios cerrasen con la crisis económica.
De acuerdo con la resolución, a la que SUR ha tenido acceso, el hombre avaló personalmente a distintas sociedades a las que estaba vinculado, pero éstas no afrontaron los pagos. De ahí que el empresario, que ha estado representado por el despacho malagueño Rubio y Casares, se quedase sin capacidad para hacer frente a las deudas.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga, en base a la ley de segunda oportunidad, le ha concedido el perdón tras comprobar que actuó de buena fe y que no tenía capacidad para pagar el dinero que debía, ya que carecía de bienes y derechos que sean embargables.
De ahí que haya aceptado la solicitud de la exoneración del pasivo insatisfecho, ya que en este caso había quedado probado que cumplía los requisitos para ello. Entre otros, porque no tenía antecedentes penales ni deudas con las Administraciones públicas.
Y también, como continúa detallando la sentencia, porque su situación de insolvencia provenía de haber actuado como avalista a título personal de distintas sociedades. Además de concederle el perdón, el juzgado ha autorizado al hombre a que informe en los distintos registros de dicha exoneración, de 120.977 euros, por lo que dejará de estar perseguido por las deudas.
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