Crónica negra
La vida de Patrick Andrew bien podría dar para uno de esos guiones de peli mala que él anunciaba. El supuesto productor de Hollywood, que decía ser amigo de George Clooney o de Steven Spielberg (para acreditarlo, mostraba una foto manipulada que se hizo junto a la figura de cera del director de cine en el Madame Tussauds de Londres), está en busca y captura después de dejar tras de sí un reguero de denuncias por estafas a actores, inversores y hoteles en los que vivió a cuerpo de rey durante su estancia en Málaga.
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La orden la dictó la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, a petición de la Fiscalía, el pasado 29 de septiembre. El motivo es que Pat Andrew desapareció un mes después de ser detenido por la policía acusado sólo de una de las estafas por las que ha sido denunciado: la de la cadena de hoteles NH, donde dejó un pufo de 7.500 euros. Pat Andrew se alojó en una suite durante semanas e incluso organizó comidas con colaboradores y empleados de las series fantasmas que decía que iba a rodar sin abonar la factura por esos servicios.
En un procedimiento en la corte de Nueva York en 2013, Pat Andrew fue condenado por chantaje, fraude y enriquecimiento ilícito a pagar 6,5 millones de dólares, pero también desapareció
La abogada del investigado informó al juzgado de que había tenido noticias de que el supuesto productor había fallecido, pero no aportó prueba alguna que lo demostrara, siempre según las fuentes judiciales consultadas. El documento que informa de su muerte es un correo electrónico enviado desde su entorno a los afectados por sus promesas incumplidas, que dieron lugar a la entrega de fuertes sumas de dinero -en algún caso, millonarias- al supuesto productor. El email notificaba el «triste fallecimiento» de Pat Andrew a causa de una rápida enfermedad. El escueto mensaje no indicaba ni dónde murió ni emplazaba a funeral alguno. Y la productora no contesta desde entonces.
Tras la publicación en SUR del escueto correo que comunicaba a sus «amigos» la supuesta muerte del investigado, desde el entorno del empresario norteamericano con pasaporte irlandés se difundió un nuevo correo que llegó a los implicados en las estafas del productor en el que se ofrecen detalles de su funeral que se llevó a cabo en fecha previa, el 12 de junio de este año, en el crematorio de Surrey & Sussex de la localidad británica de Crawley.
El Ayuntamiento de esta ciudad confirma que «una persona llamada Patrick Andrew fue incinerada» en la fecha indicada, mientras que el día de la muerte también coincide con el presunto deceso del falso productor de cine, el 28 de abril. No obstante, las autoridades no pueden asegurar que se trate de la misma persona investigada por estafa en Málaga.
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Ante esta situación, la magistrada pidió a la Comisaría Provincial que comprobara si esa supuesta defunción del investigado era cierta. Tras realizar varias gestiones, la Policía Nacional informó a la jueza de que la muerte de Pat Andrew no figura en los servicios funerarios y, por tanto, si bien no pueden asegurar que esté vivo, tampoco hay constancia alguna de que haya muerto. En consecuencia, el procedimiento judicial contra él sigue adelante.
La jueza dictó el pasado mes de mayo un auto de apertura de juicio oral contra él, tal y como pudo constatar este periódico. En la resolución, le dio al productor el plazo de un día para que ingrese 7.515,40 euros (la cuantía del pufo) en la cuenta del juzgado como fianza cara a una hipotética indemnización, en caso de ser condenado.
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En un procedimiento anterior contra Andrew en la corte de Nueva York, el supuesto estafador, que operaba entonces con el alias de Pat Austin, recurrió a reiteradas incomparecencias y recursos al proceso judicial emprendido por varios inversores por chantaje, fraude, enriquecimiento ilícito y estafa.
Finalmente, el tribunal estadounidense lo declaró en rebeldía en 2013 y, al año siguiente, fue condenado a pagar 6,5 millones de dólares a los demandantes, aunque el criminal nunca respondió por sus delitos, se cambió de nombre y aterrizó en Málaga bajo la denominación Pat Andrew. El paralelismo entre la causa actual contra el presunto productor de cine y el caso juzgado en Nueva York es evidente, aunque en este caso con una importante variante: ha vuelto a desaparecer, pero esta vez con su presunto fallecimiento.
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