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Eran las cinco de la tarde del pasado viernes cuando un individuo, a cara descubierta, irrumpió en una joyería en Capuchinos y sacó una pistola de la riñonera que llevaba. Encañonando a la dependienta y apretando el gatillo hasta en dos ocasiones para intimidarla, el sospechoso logró llenar seis bolsas de alhajas. La Policía lo buscaba desde entonces y lo encontró cinco días más tarde en una localidad gaditana, donde también abrió fuego y sembró el pánico entre los vecinos.
Este miércoles, a primera hora de la mañana, la sala del 091 de la Policía Nacional recibió varias llamadas de vecinos que alertaban de disparos por las calles de San Fernando. Un amplio dispositivo policial se desplegó en el municipio para localizar al autor, ya que las detonaciones se habían escuchado en diferentes puntos de la ciudad.
Tras varias batidas por la zona, los agentes dieron con él en la calle General Pujales. Si bien, emprendió la huida, iniciándose así una larga persecución en la que el sospechoso incluso se coló en una vivienda de la que fue expulsado por los residentes de la misma. Finalmente, los agentes lo capturaron en la calle Moguer, a la altura del número 1.
Al identificarlo, los policías comprobaron que tenía varios antecedentes por atraco y que le constaba una orden de busca y captura por un asalto a una joyería hacía solo unos días en la capital malagueña, según ha podido saber SUR.
A plena luz del día, el inusual delincuente, por su vestimenta blanca y su rostro descubierto, irrumpió en calle Eduardo Domínguez Ávila con una mochila y una riñonera; de esta última esta última, el sospechoso habría sacado un arma de fuego, encañonado a la empleada y efectuando hasta dos disparos al suelo.
De este modo, el sospechoso logró llenar de joyas seis bolsas y darse a la fuga. Agentes de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Málaga abrieron una investigación para esclarecer los hechos y, una vez identificado el sospechoso, emitieron una orden de busca y captura.
Ni una semana tardó el individuo en volver a abrir fuego. Está vez sembró el pánico en Cádiz y, tras una ardua persecución, la Policía consiguió detenerlo. Está previsto que pase a disposición judicial en las próximas horas.
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