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Tuvo en jaque a los efectivos de Bomberos durante la madrugada del pasado 2 de marzo por la quema de una decena de contenedores y vehículos en numerosas zonas de la capital de Málaga. «Perdonadme, no sé lo que me ha pasado», fue lo que atinó a decir el joven de 21 años al saberse descubierto por los policías locales que dieron con él a tan solo unos metros de donde se registró el último incendio.
El chico levantó las sospechas de los agentes cuando lo vieron ocultarse entre dos coches al aproximarse el vehículo policial y, según las fuentes consultadas, también tiró un mechero al suelo mientras era interceptado por los funcionarios, que lo encontraron en posesión de un segundo encendedor.
Mientras lo interrogaban por los fuegos provocados aquella noche, los efectivos se dieron cuenta de que el joven tenía las manos completamente machadas de negro. Fue entonces cuando el joven se derrumbó, pidiendo disculpas a los policías y excusándose, diciendo que no sabía lo que le había pasado para actuar así, según apuntaron las mismas fuentes.
Los primeros avisos por los incendios en depósitos de basura y automóviles se produjeron a las doce de la noche, con apenas unos minutos de diferencia, y no cesaron hasta pasadas las dos de la madrugada. Los efectivos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga comenzaron acudiendo a la calle Orfila, junto al parque de Huelin, para extinguir las llamas en contenedores y en un vehículo que se vio afectado por las mismas.
Diez minutos después, tenían que desplazarse a la calle Capulino Jauregui, en la misma barriada, tras una llamada a Emergencias 112 que alertaba de que había otro depósito ardiendo. Mientras acudían al lugar, a las 00.13 horas, recibían un nuevo aviso por el incendio de un contenedor en la calle Goya, localizada a escasos metros de la anterior.
Hubo una tregua, aunque no duró mucho. A las 1.30 horas, los bomberos tenían que salir nuevamente ante el aviso de que había contenedores ardiendo, en esta ocasión en la calle Domingo Lozano, en la zona de Gamarra.
Un rato después, en torno a las 2.00 horas, saltaban de nuevo las alarmas, concretamente en la calle Don Quijote, situada frente a la Comisaría de la Policía Nacional, donde los efectivos extinguieron el fuego provocado en un contenedor y dos vehículos. En los siguientes minutos, el joven habría provocado nuevos incendios a su paso en las calles Torrox y Juan de Valdés, en la barriada de Portada Alta, donde intervinieron para sofocar las llamadas en seis contenedores de basura y cuatro automóviles.
Los policías locales se dieron cuenta de que el presunto autor de las quemas iba avanzando en línea recta, por lo que tomaron esta misma dirección. Así fue cómo, a escasos metros de la zona en la que se registraron los últimos siniestros en depósitos y coches, localizaron al chico de 21 años, quien intentó esconderse al ver el vehículo policial en la calle Pedro Mantuano.
El joven fue detenido y trasladado a dependencias de la Policía Nacional, a la espera de pasar a disposición judicial. Tras su arresto, no hubo nuevos avisos por incendios en recipientes de basura ni turismos en la capital malagueña, motivo por el que se considera que fue el autor de los mismos.
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