El incendio del camping de Mollina se inició en una vivienda vacía

Según fuentes oficiales, más de 30 miembros del Consorcio trabajaron a destajo y sin descanso en el camping, desde las cuatro de la tarde hasta las dos de la madrugada. Las tareas de extinción fueron «especialmente complejas», apunta el presidente del Consorcio, Manuel Marmolejo, que se sumaron a una tarde salpicada por otras intervenciones en Humilladero y en Ronda.

El incendio alcanzó unas temperaturas excesivamente altas por los materiales que componen estas casas-móviles, lo que elevó la demanda de medios de extinción. Además de la participación de efectivos del Plan Infoca, que desplegó un helicóptero en la zona, también acudieron miembros del Parque de Bomberos de Vélez-Málaga, para permitir la rotación del personal sobre la zona y sumar capacidad en los trabajos con bombas de agua extra.

Según explica Marmolejo, la extinción de las llamas tuvo momentos «de riesgo», ya que se registraban numerosas explosiones provocadas por las instalaciones de gas butano de las casas, que saltaban por los aires al entrar en contacto con las llamas.

De momento, el balance de daños oficial es de 40 casas totalmente destruidas, tres afectadas parcialmente y 18 indemnes. Esto provocó que cerca de setenta personas fueran desalojadas, de las cuales unas 30 fueron trasladadas al Centro Eurolatinoamericano de Juventud (Ceulaj, edificio dependiente del Instituto de la Juventud del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030).