Secciones
Servicios
Destacamos
Han pasado ocho años, pero su memoria se mantiene viva. Ocho años desde aquel fatídico 21 de mayo que marcó un antes y un después en la Comisaría Provincial. Ocho años desde que arrebataron la vida al agente Francisco Díaz Jiménez, a quien todos conocían como Paco. Él fue el último 'dragón' de la policía de Málaga.
Nadie podía imaginar que una actuación que parecía rutinaria podría acabar de esa forma. Ocurrió sobre las 19.00 horas, en la zona de Carretera de Cádiz. Un indigente tenía atemorizado al barrio y estaba siendo reclamado por un juzgado. Su indicativo policial, 'Dragón 233', fue a detenerle. Cuando Paco fue a identificar a su asesino, este, sin mediar palabra, le clavó un cuchillo en el tórax.
Pese a que fue operado de urgencia en el Hospital Carlos Haya, no se pudo hacer nada por salvar su vida. Murió a los 33 años, a las nueve de la noche del 21 de mayo de 2014. La pérdida supuso un golpe durísimo para su familia, sus vecinos y amigos de toda la vida de Huelin y para sus compañeros -prácticamente, su segunda familia- de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).
En aquel entonces, todos los grupos del equipo eran conocidos como 'Dragones'. Pero estos se extinguieron con la partida de Paco. Todavía hoy, ocho años después, le siguen recordando como una persona alegre, trabajadora y carismática. Alguien con una personalidad única, que nunca ponía una mala cara. Un hombre que, por el contrario, siempre se mostraba dispuesto a ayudar a los demás.
A pesar del luto, los policías encontraron en el recuerdo de Paco las fuerzas que necesitaban para volver a mirar a la vida, para seguir hacia adelante. Para resurgir, como él habría querido que hicieran. Y así fue como todos los grupos de la UPR de la provincia, en su honor, renacieron convirtiéndose en 'Fénix'.
Antes de empezar a vestir el uniforme azul, el agente ya sabía lo que significaba el esfuerzo y el sacrificio. Hasta que encontró su verdadera vocación y, a pesar de su juventud, Paco ya había tenido varios oficios. Trabajó como jamonero con su tío, además de pasar por otros empleos, como la obra o de mozo de almacén. «Nunca se le cayeron los anillos, era una persona muy luchadora», comenta su hermana Rosy.
Aprobó el examen para entrar al Cuerpo cuando era un chaval, con poco más de 20 años. Desde entonces, siempre sintió que esa era su segunda casa. Hasta que regresó a su Málaga, el policía pasó por destinos como Barcelona, Ripollet y Estepona. Y en todos los lugares en los que estuvo consiguió «dejar huella». Porque con él nunca faltaban las bromas ni una mano amiga, como indican quienes le conocieron.
Homenaje solemne
El paso del tiempo no borra el recuerdo de Paco y, este jueves, como cada año en fechas próximas al trágico aniversario, los agentes de la UPR han vuelto a reunirse para rendir un sentido homenaje al policía caído. Frente al monolito que se instaló en su honor frente a la Comisaría y en el que se ha colocado una corona de flores, sus compañeros guardaron un minuto de silencio.
«Tu recuerdo, nuestra fuerza; tu ausencia, nuestro dolor». Ese es el lema que ha quedado grabado a fuego en los agentes del equipo. De una unidad que, en medio del desconsuelo, tuvo el coraje de tomar impulso y renacer de las cenizas, como el ave que le da nombre en homenaje a Paco.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.