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Un ciudadano que paseaba por la playa ha encontrado este martes 17 de enero una mano en la arena, cerca de Cabopino. El hombre avisó a las 15.17 horas al servicio de emergencias 112-Andalucía, que alertó al Cuerpo Nacional de Policía del macabro ... hallazgo.
Los agentes, en una batida por la zona, localizaron poco después la segunda mano. Ambas las había sacado el mar hasta la arena. La necrorreseña realizada esta tarde por Policía Científica de la Policía Nacional ha confirmado que corresponden al cadáver de Natalia, la mujer asesinada por su pareja en Marbella.
Aunque se está a la espera de que las pruebas forenses y genéticas lo confirmen, todo apunta a que ambos miembros corresponden al cadáver de la mujer, ya que el autor confeso del crimen reconoció haberla descuartizado y haber tirado sus restos al mar.
El cadáver de Natalia, decapitado y sin manos, fue hallado el domingo 8 de enero en la playa, por lo que, desde entonces, las Fuerzas de Seguridad seguían buscando los restos mutilados de la mujer a lo largo de varios kilómetros de la costa de Marbella.
La familia, que había visto en redes sociales los vídeos grabados del cadáver descuartizado en la playa, avisó a la policía porque estaba convencida de que correspondía a Natalia, ya que ésta se encontraba desaparecida.
Un hermano creyó reconocer en aquellas imágenes la fisonomía de la mujer y así lo contó en la comisaría de Marbella, donde presentó la denuncia por su desaparición y subrayó que ella era víctima de violencia de género por parte de su exnovio.
Al día siguiente, 9 de enero, los policías procedieron a la detención de la expareja de Natalia, también colombiano, que además fue condenado en diciembre por maltratarla y tenía orden de alejamiento. La denuncia del hermano de la mujer les dio la llave para hacerlo: el hombre les contó que el exnovio había seguido molestando a Natalia, a la que había estado llamando por teléfono pese a tenerlo prohibido por un juez.
Poco antes de que se cumplieran las 72 horas del arresto, el hombre acabó confesando el crimen de Natalia. La Policía Nacional lo condujo a la playa y allí narró los pasos que había ido dando para deshacerse del cuerpo.
Ahora, tanto la Policía Nacional, en tierra firme, como los submarinistas del GEAS de la Guardia Civil, bajo el agua, siguen buscando la cabeza de la víctima para cerrar el caso y que la familia pueda descansar.
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