Un superviviente del atropello múltiple en la puerta de una discoteca en Málaga: «El coche venía a matarnos»

«Ellos (la pareja) se habían quedado rezagados unos metros al salir de la discoteca. No vi qué pasó. La novia me dijo que José Carlos había recibido un botellazo en una pelea con la que no tenía nada que ver. Nosotros no habíamos discutido con nadie», explica el joven, uno de los tres supervivientes del atropello múltiple que le costó la vida a su amigo José Carlos, de 23 años.

Adrián corrió hasta él y empezó a socorrerlo. «Lo habían dejado inconsciente. Traté de reanimarlo como pude, levantándole las piernas para que le llegara más sangre al cerebro. La novia estaba a mi lado [y también otro amigo]. Le gritábamos: ¡José Carlos, despierta! Y en esas apareció el coche y nos llevó por delante a todos sin comerlo ni beberlo».

El siguiente recuerdo de Adrián es ya en la ambulancia, camino del Hospital Regional, donde continúa ingresado con varias fracturas y múltiples contusiones. «El coche venía a matarnos. Por la velocidad que alcanzó, iba a matar a todo el que pillase. Se han llevado una vida, pero a mí mira cómo me han dejado -continúa- me han operado de la pierna, la cadera y un hombro; hay otro chico que igual pierde un riñón, y la novia [de José Carlos], veremos a ver qué tiene», explica el joven malagueño.

Adrián aún no sabe con seguridad lo que pasó en la puerta de la discoteca, qué originó esa espiral de violencia que acabó con la vida de su amigo y que lo ha llevado a él y a otros tres jóvenes a urgencias. Ahora va encajando piezas por los testimonios de varios testigos que han ido a verlo al hospital. Entre ellos, el personal de la discoteca, cuyas cámaras de seguridad resultarán clave para esclarecer el caso.

Según dichas versiones, José Carlos no sólo era ajeno a la primera pelea, en la que recibió el botellazo, sino también al incidente con los ocupantes del coche, quienes, a su vez, tampoco tendrían nada que ver con la reyerta inicial. Un cúmulo de fatalidades y coincidencias.

A tenor de lo que le van contando en el hospital, esta es la composición de lugar que se hace él de lo sucedido: «A mi amigo le dan un botellazo en una pelea y cae desmayado. Entonces, el coche pasa despacito junto al lugar donde está él inconsciente y alguien golpea con una botella a uno de los ocupantes de ese coche».

A continuación, el conductor del vehículo -un Volkswagen Golf GTI de color blanco- dio la vuelta en una rotonda y, supuestamente, arremetió contra el grupo. A José Carlos, que yacía en el suelo, lo arrastró unos 30 metros, según las primeras mediciones de la policía en el lugar de los hechos. Los otros dos jóvenes que lo asistían, entre ellos su novia, salieron despedidos.

El conductor del Volkswagen Golf se dio a la fuga tras el atropello, que se investigó como intencionado desde el primer momento. Este lunes, cercado por la investigación del Grupo de Homicidios, el joven -español, de 26 años- se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Alhaurín de la Torre, donde reside.

La policía le imputa un supuesto delito de asesinato -por la muerte de José Carlos- y tres más en grado de tentativa -por el atropello de los otros tres jóvenes-. Horas más tarde fue arrestado el copiloto como presunto encubridor. También es español y tiene la misma edad que el anterior.

Adrián afirma desde el hospital: «Sé que ya los han detenido, pero espero que la policía también arreste a los de los botellazos. Los del coche lo han matado, pero los del botellazo lo dejaron inconsciente en el suelo. Lo que han hecho esas personas no tiene olvido ni perdón».

El joven, que pese a todo se siente afortunado -«he vuelto a nacer», apostilla-, quiso dar las gracias a todos los que lo están apoyando; a su familia y amigos en general -su novia no se separa de él en el hospital- y a los integrantes del Frente Bokerón en particular. «Gracias a ellos estoy saliendo adelante», concluye.