La Guardia Civil condecora a dos agentes malagueños que quedaron malheridos tras ser atropellados por un narco a la fuga

«El peligro estaba ahí, había que actuar». Habla Julián García Campos, guardia civil destinado en Málaga, jubilado de forma anticipada por las secuelas que le dejó el que fue su último servicio. Una operación se torció y, en su huida, un narco a la fuga los atropelló a él y a su compañero José Antonio Pérez -por aquel entonces ambos eran efectivos del quipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA)-. Ahora, el cuerpo ha reconocido la actuación de los dos agentes y les ha impuesto la cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo en un emotivo acto conmemorativo por el día de la Virgen del Pilar, patrona del Instituto Armado, celebrado este lunes en la Comandancia de Málaga.

El atropello se produjo a finales de 2017, durante la fase de explotación de la Operación Carambola, que sedesarrolló en suelo granadino. Tras recibir sendas medallas de manos de la directora general del cuerpo, María Gámez, los dos agentes recuerdan en 'petit comité' los lances de aquél día. Hacen gestos con las manos para representar el movimiento del vehículo que conducía uno de los objetivos vinculados a una red internacional de narcotraficantes, en una temeraria acción que bien pudo acabar con la vida de ambos, ya que no dejó de pisar el acelerador hasta que fue inmovilizado.

Julián, que sufrió las lesiones más graves -no ha perdido una pierna gracias a un largo proceso médico con varias operaciones cruciales-, fue embestido por la parte trasera del coche, mientras que José quedó atrapado entre el lateral y otros vehículos estacionados. Este último, según relatan, fue quien pudo reducir al conductor, quien trataba de seguir embistiendo al agente herido. «Si no es por él, a lo mejor yo no estaba hoy aquí», afirma contundente el guardia jubilado, que sigue tratando de hacerse a la idea de que ya no seguirá vistiendo el uniforme.

Pese a todo, José se expresa «contento y feliz» por «poder contarlo», y sobretodo por disfrutar del día del Pilar junto al compañero al que salvó la vida. «Me siento orgulloso de pertenecer a este cuerpo, lo volvería a hacer por él y por cualquiera de mis compañeros una y otra vez». José recuerda como «difíciles» los años que han pasado tras las lesiones, sobretodo por haber acompañado a su amigo en la lucha por volver a caminar. «Ser compañeros implica estar a las buenas y a las malas», dice, sobre el proceso médico que ha vivido Julián y del que él, de alguna manera, se ha sentido parte.

Los dos coinciden en que, además de la cruz impuesta en la comandancia, el apoyo del cuerpo desde que ambos resultaron heridos también se ha materializado en una persona clave en sus vidas. Se trata del teniente Miguel Valadés, jefe del EDOA, quien llamó «todos los días» a Julián mientras estuvo hospitalizado.

El acto reunió a numerosos autoridades civiles, policiales y militares. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el consejero de Presidencia e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo; el subdelegado del Gobierno en Málaga, Francisco Javier Salas; la delegada del Gobierno de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro; el diputado socialista José Luis Ábalos; la presidenta de la Audiencia Provincial, Lourdes García Ortiz; el jefe de la zona de Andalucía de la Guardia Civil, el general Alfonso Rodríguez; el comisario principal de Málaga, Enrique Barón Castaño y otros tantos acudieron a la celebración de la patrona después de un 2020 en el que la festividad no fue conmemorada por la pandemia.

Entre las múltiples cruces que fueron impuestas durante el acto se encontraban las que reconocieron la labor del personal civil (distintivo blanco), en especial en la administración de Justicia. La funcionaria del juzgado de Instrucción número 1 de Fuengirola, Yolanda López; el fiscal antidroga de Marbella, Francisco Javier Peco Bonel, la magistrada del juzgado de Instrucción número 1 de Fuengirola, Yolanda Flores; el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Estepona, Eloy Marfil Gallardo; la magistrada del Juzgado número 3 de Violencia Sobre la Mujer de Málaga, Carlota Sánchez y la fiscal antidroga de Málaga, Carmen Cabrera.

Al finalizar el acto, antes de disparar salvas por los caídos y del desfile del Seprona, el subsector de Tráfico y otras unidades, el coronel jefe de la Comandancia, el coronel Antonio Rodríguez-Medel, tomó la palabra. Centró su discurso, pese a que el año encara su final marcado por algunas actuaciones singulares del cuerpo (desde la detención de 'El Melillero' hasta la coordinación policial del incendio de Sierra Bermeja) en los cuatro agentes pertenecientes a la Comandancia que han perdido la vida en los últimos meses. Dos de ellos fallecieron a causa del Covid-19, y los otros dos por otras enfermedades.

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