«Estoy dispuesto a pagar, pero me tienen que dar más tiempo». Así de contundente se muestra el empresario Fernando Puche al ser cuestionado sobre el auto de la Audiencia Provincial en el que se ordena su ingreso en prisión, después de no haber hecho frente al calendario de pagos establecido para abonar la indemnización del caso por el que fue condenado a dos años de cárcel.
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Puche insiste en que está entregando todo lo que puede. Así se recoge también en el recurso que su abogado, Juan Manuel Aido, ha presentado en la Audiencia Provincial para que los jueces revoquen su decisión de enviar a prisión al empresario. Indica que el que fuera presidente del Málaga ha mostrado su compromiso de pagar la indemnización, efectuando ingresos mensuales acordes a su capacidad económica.
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Tanto el propio Puche como su abogado, insisten en que el penado no puede afrontar una cantidad mayor de los pagos debido a la situación en la que se encuentran sus bienes –por ejemplo embargados– y que siempre ha mostrado un «esfuerzo reparador». «Además, con la pandemia, todo lo que tenía pensado no se ha podido llevar a cabo», concreta Puche, que insiste en que su situación económica es mala: «Estoy malviviendo».
Finalmente, Aido recuerda que la causa por la que se ha ordenado su ingreso en prisión deriva de la deuda inicial de la Audiencia Nacional, donde afirma que lleva pagados nueve millones y medio de euros de una deuda solidaria de 16 millones, en la que Puche ha afrontado el 95%.
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