Imágenes de los perros que fueron sustraídos en Monda. SUR
Sucesos Málaga

Una familia denuncia el robo de sus seis perros en Monda: «Nos han destrozado por dentro»

Los hechos ocurrieron de madrugada, cuando unos ladrones accedieron a la finca rompiendo la alambrada; según el propietario, fueron directos a por los animales

Domingo, 14 de abril 2024, 17:24

El paso de los días no alivia la pena de José Manuel y su hija Pilar. El robo de sus seis perros podencos les ha dejado «destrozados por dentro», afirma el padre en declaraciones a SUR. La sustracción ocurrió en la madrugada del 4 de abril, cuando unos ladrones aprovecharon que no había nadie en su parcela de Monda para llevarse a los animales, como denunciaron la mañana siguiente ante la Guardia Civil.

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Los responsables de estos hechos delictivos ni siquiera entraron en la vivienda, apunta el hombre. «Fueron directos a por los perros; rompieron la alambrada para entrar a la finca y forzaron la puerta de la perrera», indica. Una vez dentro, continúa José Manuel, destrozaron los candados de las jaulas en las que dejó a los perros durmiendo.

La pérdida de Nina, Canela, Luna, Calima, Lucero y Billy, que tienen entre tres y 14 años, ha supuesto un auténtico mazazo en su hogar. «Para mi hija, que no está en un buen momento, son su vida», cuenta el padre, quien apunta a que cuatro de los podencos sustraídos tenían microchip. «Seguramente se los quitarán para venderlos», afirma.

Según explica el hombre, la noche del robo no había nadie en la finca porque él pernoctó en Marbella, ya que allí está recibiendo un tratamiento por una lesión que padece en la rodilla. Se enteró a la mañana siguiente, cuando llegó y vio que habían robado a seis de los ocho podencos de la familia. «Hubiera preferido que se llevaran cualquier otra cosa», asegura.

José Manuel está convencido de que se trató de un robo planificado, ya que, según apunta, la finca en la que estaban se encuentra en una zona de acceso complicado y no se llevaron nada más de la misma. Según explica, sabe que los hechos ocurrieron de noche porque un vecino escuchó ruidos, aunque en ese momento no les dio importancia.

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«Son perros que se usan en cacerías; yo estoy inscrito en un coto pero no tengo ni escopeta, lo que me gustaba era llevarlos de paseo», dice el perjudicado, quien sostiene que ya sufrió un robo similar hace varios años en la misma finca. «Nunca más volví a ver a esos perros, a los que también tenía un afecto inestimable», lamenta.

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