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EFE/ Sxenick
Así embaucó el cuidador a una anciana con principio de alzhéimer para desvalijarla y ser su heredero en Málaga

Así embaucó el cuidador a una anciana con principio de alzhéimer para desvalijarla y ser su heredero en Málaga

La mujer de 84 años no era consciente de que había cambiado su testamento a favor del hombre, según relató a los policías, y se empezó a alejar de su entorno por miedo al sospechoso

Domingo, 18 de junio 2023, 00:20

Vivían prácticamente puerta con puerta en un complejo residencial de Guadalmar, en Málaga. La anciana, de 84 años y sin familiares cerca, creyó encontrar en su vecino, de 57, algo parecido a un ángel de la guardia. Él se preocupaba por su estado, se ofrecía a hacerle compañía y a ayudarla con las labores domésticas. A partir de la Covid-19, ese papel de cuidador fue a más. Con el pretexto del riesgo derivado de la situación sanitaria, él la habría embaucado para ser quien le realizara las compras que necesitase. Pero para ello necesitaba su tarjeta y sus claves.

Cuando los agentes de la Policía Nacional que se hicieron cargo de la investigación se entrevistaron con la octogenaria, ella apenas sabía explicar cuándo empezó a desconfiar de las intenciones de su supuesto cuidador. La víctima, con principio de alzhéimer, no era consciente de haber realizado un testamento en el que le dejaba como único heredero de sus bienes. Tampoco pudo precisar el momento exacto en que perdió por completo el control de sus finanzas. De los 78.000 euros que tenía ahorrados, solo le quedaban unos 1.200.

La mujer, que enviudó hace años y no tenía descendencia, fue perdiendo de forma progresiva el contacto con el resto de sus vecinos y con los parientes que tenía en Galicia, con los que solía hablar regularmente, lo que habría ocurrido conforme su supuesto cuidador iba ganando presencia en su vida. Según dejó ver a los policías, no se sentía cómoda con el hecho de que él hubiera acaparado su tarjeta y en algún momento empezó a sentir temor hacia el hombre. Las alarmas saltaron del todo cuando abrió su caja fuerte y descubrió que no había ni rastro de sus joyas.

Para entonces, los efectivos del Grupo II de Delitos Económicos de la Comisaría Provincial de Málaga ya estaban tras la pista del vecino. El aislamiento al que habría sometido a la anciana en los últimos meses llamó la atención del resto de residentes de la urbanización, quienes avisaron tanto a la policía como a los familiares de que la mujer apenas salía de la casa y que la cosa no pintaba bien. Precisamente, cuando los agentes acudieron al domicilio coincidieron con el sobrino de ella, quien se había desplazado a Málaga para comprobar lo que ocurría.

Al parecer, el hombre se encontró a su familiar tan deteriorada y desorientada que decidió llevársela con él ese mismo día a Galicia. Fue allí, en Ourense, donde la perjudicada interpuso la denuncia a finales de mayo. Según contó a los policías, había dejado de relacionarse con su entorno por miedo al sospechoso, quien ni siquiera ejercía como cuidador, ya que habría contratado a una mujer para que se hiciera cargo de la anciana.

Durante las pesquisas, los investigadores averiguaron que el individuo presuntamente llevaba meses realizando extracciones de dinero de la cuenta de la octogenaria. Casi siempre en diferentes sucursales, de cantidades distintas y en fechas aleatorias. La octogenaria sabía que antes de que él se hiciera con el control de sus cuentas ella disponía de 78.000 euros. Eran los ahorros de toda una vida y lo que gastaba para vivir quedaba cubierto prácticamente con su pensión. Aún así, la mujer se había quedado a apenas unos mil euros de los números rojos.

Los policías también comprobaron que la víctima había realizado un testamento en el que aparecía su vecino como único heredero, siendo quien se hubiera quedado con su casa y sus bienes, algo que la mujer no recordaba para nada, de acuerdo con su versión. Según indicó a los agentes, le sonaba que él la había llevado a un notario, pero nunca fue consciente del motivo de aquella visita.

Los investigadores, a la vista de todos los indicios, no esperaron y acudieron el pasado día 8 de junio a la vivienda del sospechoso, quien carecía de antecedentes penales. Al parecer, al vecino apenas le sorprendió la aparición de los agentes. De acuerdo con las fuentes, fue el propio individuo quien, a instancia de los policías, les entregó las joyas de la anciana -cuyo valor asciende a 90.000 euros- y unos 60.000 euros que presuntamente extrajo de sus cuentas.

El hombre, que fue detenido ese mismo día como presunto autor de los delitos de hurto y de apropiación indebida, escondía las posesiones de la anciana en un armario de su casa, situada a apenas unos metros de la de la perjudicada. Al parecer, se excusó manifestando que el único motivo por el que tenía las alhajas y el dinero de la octogenaria era para que estuviera a buen recaudo y a modo de depósito. Algo que no convenció a los investigadores, que procedieron a su arresto.

La actuación policial permitió que la víctima recuperara sus joyas y una cantidad importante del efectivo presuntamente sustraído. Al parecer, los agentes que volvieron a entrevistarse con la octogenaria después de que interpusiera la denuncia, con agrado, comprobaron que la mujer había mejorado considerablemente desde que se marchó a Galicia con su familia. Por lo pronto, la anciana ha decidido quedarse allí para estar con los suyos, quienes la están ayudando a recuperarse.

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