Un detenido revela el posible detonante de la pelea a tiros en la discoteca de Marbella: alguien bebió de la botella de otro

Los dos primeros detenidos por la pelea en el Opium Beach Club de Marbella han ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, en calidad de presunto autor material y cooperador, respectivamente, del tiroteo que dejó cuatro heridos de bala entre los clientes de la discoteca.

Los arrestados pasaron ayer por la mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella, en funciones de guardia, que trató de tomarles declaración para conocer sus versiones de los hechos, que tuvieron lugar la madrugada del domingo al lunes 18 de julio.

El supuesto autor de los disparos, un hombre de nacionalidad holandesa y de 40 años, se acogió a su derecho a no declarar. Su amigo, de unos 30, al que se considera cómplice de la agresión, sí accedió a testificar ante la jueza. De su testimonio se puede extraer lo más parecido a un posible móvil o un desencadenante del suceso.

Los dos detenidos estaban junto a un grupo de amigos en torno a una mesa de la zona VIP del establecimiento tomando unas copas y disfrutando del concierto que ofrecía el conocido DJ de música electrónica Black Coffee, que había llenado el local.

Al parecer, en un momento determinado, un joven de la mesa que tenían al lado se acercó, cogió una de las botellas que ellos tenían en la suya, y se sirvió una copa. Ellos se lo recriminaron y él se marchó, siempre según la versión que el sospechoso aportó ayer en el juzgado.

Sin embargo, poco después volvió y se echó otra copa de su botella, por lo que esta vez, según declaró, decidieron llamar al personal de seguridad de Opium para que tomara cartas en el asunto. Los vigilantes optaron por expulsarlo del establecimiento.

Todo podía haber terminado ahí, pero no. El individuo, al que la policía trata ahora de localizar y detener, regresó a la discoteca con un cuchillo de grandes dimensiones escondido entre la ropa y consiguió colarse sin que el personal de seguridad lo detectara.

Pasaban unos minutos de la una de la madrugada. El detenido ha contado que vio cómo el sujeto se subía a un sofá y apuñalaba de arriba a abajo a su amigo. Le asestó varias cuchilladas en el cuello, la frente y un ojo.

En esas, observó que otro joven, perteneciente al grupo del autor de las puñaladas, lanzó un objeto -posiblemente, una lámpara de una de las mesas- contra su amigo, que empezó a sangrar abundantemente.

La policía considera que, en ese momento, al verse herido de arma blanca, el holandés de 40 años empuñó una pistola y abrió fuego en al menos cuatro ocasiones. Los investigadores consideran que el arma se la proporcionó su amigo, arrestado junto a él,

Al parecer, no alcanzó al joven que lo había apuñalado, que logró darse a la fuga. En cambio, las balas perdidas alcanzaron a otros cuatro clientes de la discoteca, la mayoría ajenos a lo que estaba sucediendo. No obstante, se investiga si entre las víctimas de los disparos se encuentra algún miembro del grupo del joven que asestó las puñaladas.

Los dos heridos de mayor gravedad son un ciudadano irlandés de 32 años que recibió al menos un disparo en el pecho y una mujer marroquí de la misma edad, que resultó herida entre la zona abdominal y la pélvica, lesión por la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.

Mientras que ella continúa en la UCI del hospital, el joven irlandés ha sido detenido tras pasar a planta, ya que los agentes consideran que fue quien lanzó la lámpara contra el presunto autor de los disparos.

Otros dos hombres, de 18 y 36 años, fueron alcanzados por los proyectiles. El primero tiene un impacto en la cadera izquierda. El segundo, en la espalda. Sin embargo, las balas no les dañaron zonas vitales, por lo que, tras pasar por el área de observación, fueron dados de alta por los médicos.

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