La Policía Nacional ha detenido en Málaga a una mujer de 25 años por suplantar la identidad de una abogada y captar clientes por redes sociales a los que habría estafado. Según indican desde la Comisaría Provincial, la sospechosa habría cobrado cantidades superiores a los 1.500 euros por gestionar trámites de Extranjería que nunca llegó a resolver.
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La trama se destapó a raíz de que una de estas personas estafadas acudió al despacho de la abogada cuya identidad había sido suplantada. Se dirigió a ella para rendir cuentas por el dinero perdido, pero la letrada le dijo que ella no llevaba ese tipo de asuntos. Fue la propia abogada la que acudió a dependencias policiales para denunciar que había una desconocida empleando su nombre y número de colegiada.
En ese momento los agentes a cargo de la investigación comenzaron a buscar la pista de la falsa abogada, hasta dar con una ciudadana extranjera de 25 años con residencia legal en España y antecedentes por usurpación de estado civil -suplantación de identidad-.
A la luz de la investigación se descubrió que detenida se ofrecía a ciudadanos extranjeros como abogada especializada en trámites de extranjería que supuestamente resolvía en un tiempo récord, «llevando aparejados el cobro de onerosos honorarios», según indican desde la propia Policía Nacional.
En un comunicado explican que en una ocasión la arrestada consiguió, presuntamente, cobrar 1.600 euros a través de una transferencia bancaria por lograr que un cliente norteafricano consiguiese, en un breve plazo de tiempo, una resolución favorable de un permiso de residencia temporal por circunstancias excepcionales -trámite que nunca se llegó a realizar-.
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En otro de los casos, esta misma falsa abogada recibió la cantidad de 1.500 euros por representar a otro ciudadano extranjero en un procedimiento de divorcio y custodia de menores, en el que supuestamente se comprometió a contestar y oponerse o modificar una demanda de alimentos, cuestión esta que tampoco estaba en disposición de realizar ante un Juzgado de Familia.
Los agentes encargados de la investigación consiguieron detener a la sospechosa cuando, de madrugada, fue interceptada en un mostrador de facturación del aeropuerto de Málaga. Se disponía a viajar a Francia en compañía de su marido. Llevaba encima 1.400 euros.
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