Detienen al comisario de Fuengirola por violación de secretos, coacciones y omisión de perseguir delitos

De acuerdo con fuentes de la investigación, tras su traslado a comisaría se va a proceder a su cese, suspensión de empleo y sueldo y apertura de un expediente disciplinario.

Junto al comisario, la Policía Nacional ha detenido a otro conocido empresario de la zona, de 58 años, relacionado con el sector inmobiliario. La causa por la que se ha procedido a ambos arrestos a primera hora está en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Fuengirola.

Tocornal, de 63 años, fue presentado oficialmente como comisario de Fuengirola en enero de 2018, después de que pasara a sustituir en el puesto a su homólogo José Manuel Caamaño Sánchez. El arrestado ingresó como Inspector en el Cuerpo de la Policía Nacional en 1983.

Estuvo destinado en Bilbao hasta 1992 y posteriormente en Huelva, donde trabajó como inspector hasta su ascenso. Ya como inspector jefe, en 2008, fue nombrado jefe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la capital onubense para, en 2011, trasladarse como jefe de la comisaría de Lucena-Cabra (Córdoba).

En diciembre de 2017 ascendió a comisario, siendo su primer destino en esta categoría la comisaría de Fuengirola. Tocornal tiene tres cruces al mérito policial con distintivo blanco y más de un centenar de felicitaciones públicas.

De acuerdo con las fuentes consultadas, el comisario acumuló denuncias y quejas en los años en los que ocupó el puesto de jefe de la comisaría de Lucena-Cabra. Precisamente, en 2013, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Córdoba presentó una denuncia contra él ante Fiscalía en la que lo acusaba de las presuntas coacciones y amenazas a sus subordinados.

Supuestamente, Tocornal exigía a los efectivos que se aumentase el número de identificaciones, detenciones y sanciones con intención de incrementar las estadísticas, aunque el Ministerio Público terminó archivando la causa.

En aquella denuncia, que no llegó a prosperar, se adjuntó un escrito de 15 policías en los que relataban las presuntas anomalías. Supuestamente, eran coaccionados mediante amenazas sobre sus turnos o sobre el cambio de sus destinos, de acuerdo con fuentes sindicales.