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Todo comenzó como una actuación más. Una llamada, como tantas otras en Nochebuena, por ruido en una vivienda. Sin embargo, esta situación en la barriada malagueña de La Trinidad se complicó. Los agentes fueron recibidos con insultos, agresividad y hasta con el lanzamiento de un ... petardo contra el coche patrulla. Tuvieron que pedir refuerzos y varios policías acabaron lesionados cuando reducían a un joven de 25 años, que acabó detenido por estos altercados.
Los hechos se registraron en Nochebuena. Sobre las cinco de la madrugada del 25 de diciembre, la Sala del 092 de la Policía Local de Málaga recibió varias llamadas para denunciar una fiesta que se celebraba en un piso situado en la calle Bailén. El volumen de la música, que estaba muy alto, y los gritos de los participantes hicieron que los vecinos se pusieran en contacto con las autoridades.
La patrulla de la Policía Local no tardó en llegar. Entonces los agentes observaron al sospechoso, encaramado al balcón del piso, insultándoles. Cuando subieron y uno de los moradores abrió la puerta, su actitud continuó. Al parecer, se mostró muy agresivo, llegando a amenazarles de muerte.
Las fuentes consultadas también han precisado que el joven aseguraba a los policías que no creía en el coronavirus. De hecho, sin llevar mascarilla, se acercó a los agentes sin respetar la distancia de seguridad, teniendo que ser separado en diversas ocasiones.
Pese a las continuas provocaciones, la paciencia de los agentes continuó intacta. Sin embargo la situación continuó empeorando. Las fuentes consultadas han precisado que, cuando los policías locales procedían a levantar una sanción por la fiesta, el sospechoso se marchó de nuevo hacia el balcón. Entonces se escuchó un fuerte estruendo y el joven regresó oliendo a pólvora.
Uno de los efectivos bajó a la calle y comprobó que el joven había lanzado un petardo contra el vehículo patrulla. Mientras tanto, su compañero quedó arriba solo. Fue entonces cuando el joven intentó agredirlo, lanzándole un puñetazo que logró esquivar. Comenzó entonces un dispositivo para reducir al sospechoso, en el que se necesitó la presencia de refuerzos.
Supuestamente, el joven se encaramó a la baranda del balcón y comenzó a lanzar patadas contra los agentes. Debido a la estrechez de la zona y a la agresividad del joven, varios agentes acabaron lesionados durante el arresto del sospechoso, siempre según las mismas fuentes. Finalmente, lograron reducirlo y arrestarlo.
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