La Guardia Civil ha detenido a un ciudadano de origen alemán, de mediana edad, por la presunta agresión mortal a un hombre de su misma nacionalidad en una zona de cuevas del Barranco de Maro, en Nerja. Los hechos tuvieron lugar en la tarde de ... este viernes, cuando varios testigos avisaron al servicio de emergencias al localizar un cadáver con un fuerte traumatismo craneoencefálico.
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Los agentes del Instituto Armado se desplazaron rápidamente hasta el lugar, junto a la Policía Local y los servicios sanitarios. En las inmediaciones, unas horas después, tras recabar numerosos testimonios, procedieron al arresto de un ciudadano de origen alemán, que llevaba varios meses viviendo en la zona, en una de las numerosas cuevas habitadas que hay en este entorno natural y agrícola situado entre la pedanía de Maro y el casco urbano de Nerja.
Se trata del segundo crimen en esta misma zona en menos de un año, después de que a finales del pasado marzo muriera otro ciudadano de origen checo, presuntamente como consecuencia de los golpes propinados por otra persona también de su misma nacionalidad. En ese caso el suceso tuvo lugar en la zona de la carretera que conecta Maro con la playa, a aproximadamente un kilómetro del de este viernes. Por este primer homicidio fue detenido el pasado julio una persona de nacionalidad checa.
El suceso de este viernes se habría originado tras varios meses de disputas y peleas entre el presunto autor y la víctima. Al parecer, según ha podido confirmar SUR, el presunto autor de los hechos habría escrito en las redes sociales un mensaje hace apenas diez días en el que advertía de que estaba siendo amenazado de muerte. «Un grupo organizado de criminales está planeando matarme y deshacerse de mi cuerpo», escribió el pasado 28 de agosto en su perfil de la red social Facebook.
«Si desaparezco, me asesinaron. Si me encuentran en el fondo de un acantilado, me empujaron y me tiraron. Si me encuentran muerto bajo cualquier circunstancia normal o inusual, definitivamente fui asesinado», aseguró el presunto autor del crimen, con iniciales K. D. En el texto el detenido señala a la víctima mortal, con iniciales W. H., a la que describe como «un delincuente condenado que ha sido investigado por Europol y ha cumplido una cantidad considerable de tiempo en prisión». «Tiene todos los tatuajes de pandilla para probarlo. Es un alcohólico, un sociópata y mentiroso patológico», añadió sobre un ciudadano del que dijo que es «de la antigua Unión Soviética».
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