Primer detenido en Málaga por desobedecer la cuarentena: iba haciendo running y se bajó los pantalones cuando se disponían a cachearlo

Los hechos han tenido lugar en la mañana de este martes en la capital. Poco antes de las nueve, los agentes de una patrulla del Grupo de Investigación y Protección (GIP), que prestan servicio ataviados de paisano, han observado a un hombre que corría por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso mientras hablaba por el teléfono móvil.

Ante esta situación, los agentes han decidido pararle para que se identificara y que les explicara los motivos que le habían llevado a estar en la calle y no cumplir con la orden de confinamiento, que permite salir a los ciudadanos de casa en circunstancias concretas, como puede ser ir a hacer la compra o al médico.

Al parecer, ha intentado engañar a los policías locales y su actitud no ha sido buena desde el inicio de la actuación. Las fuentes consultadas por este periódico han explicado que el hombre les ha contado que era de Madrid, que se encontraba en la capital malagueña pasando unos días de vacaciones y que estaba practicando algo de deporte. Después les ha espetado una frase con la que dejó clara sus intenciones: «El estado de alarma es una tontería, a todo el mundo le llega su hora y no voy a dejar de hacer lo que estoy haciendo». «No me importa que la gente se esté muriendo, yo no me voy a morir», añadió.

Los agentes le han requerido para que se identificara, pero el hombre se ha negado. Además, cuando han procedido a practicarle un cacheo, se ha bajado los pantalones y se ha quedado desnudo de cintura para abajo. Ante el cariz que estaba tomando la situación, en la que el varón cada vez se iba mostrando más agresivo, los agentes del GIP han solicitado apoyo a sus compañeros, llegando a intervenir en esta actuación hasta media docena de patrullas, ya que muchas se encontraban en las inmediaciones porque preparaban uno de los controles que realiza estos días el cuerpo de seguridad en la capital.

Sin embargo, ante la presencia de los refuerzos, el hombre ha continuado con la misma conducta, por lo que ha acabado siendo arrestado. La detención se ha llevado a cabo cumpliendo con las medidas de seguridad previstas para evitar posibles contagios del coronavirus. El agente que le ha colocado los grilletes, que ha actuado provisto de una mascarilla, también le ha puesto una al varón por motivos de seguridad, según han precisado testigos del suceso.

Ya con el hombre en el interior del vehículo patrulla, los policías locales han comprobado su identidad. Ha resultado ser un vecino de la capital malagueña, nacido en Camerún y de nacionalidad española. De 28 años de edad, es residente en la barriada de Palma-Palmilla, siempre según han precisado las mismas fuentes, quienes han añadido que el varón ha dicho, antes de ser trasladado a dependencias policiales: «Todo esto me da igual, voy a seguir haciendo lo que me da la gana».