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Abría su cartera y exhibía un carné profesional con el distintivo de la policía. Seleccionaba a sus víctimas al azar, aunque se aseguraba de que fueran personas vulnerables y con algún tipo de discapacidad. Fingía que era un agente de paisano y, haciendo el papel, buscaba una excusa para que les entregasen sus pertenencias. Así actuaba presuntamente un ladrón al que la Policía Nacional -la de verdad- ha detenido en Málaga.
Según ha informado la Comisaría Provincial, al sospechoso se atribuyen al menos cuatro robos con intimidación en los que se habría hecho pasar por un funcionario de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En todos los casos había simulado, presuntamente, ser un agente.
Una vez que tenía fichada a su víctima, se identificaba como policía y mostraba de manera fugaz su cartera, en la que llevaría el carné profesional o placa-emblema, ambos distintivos de identificación. En otros casos le bastaba su palabra y su capacidad de interpretación, sirviéndose de expresiones propias en el argot policial.
El supuesto ladrón, presuntamente, luego solicitaba a los perjudicados que le mostraran las pertenencias que llevaban consigo o les enseñasen sus bolsillos, bolsos y otros enseres para registrarlos. También llevaba un pinganillo en la oreja con el cual fingía que contactaba con sus supuestos compañeros y así proporcionaba mayor credibilidad a su papel.
Para apoderarse de los objetos que le interesaban, siempre según la Comisaría Provincial, aprovechaba momentos de distracción o contrariedad de las víctimas. Unas veces les solicitaba que movieran el vehículo a un sitio seguro o, por el contrario, les indicaba que no se movieran del lugar en el que se encontraban recurriendo a cualquier excusa o artimaña. A continuación, huía con los efectos sustraídos.
El esclarecimiento de todos estos robos, perpetrados en la zona norte de la capital malagueña, ha sido llevado a cabo por el Grupo de Investigación de la Comisaría de Distrito Norte, con la colaboración de la Brigada Provincial de Policía Científica, que realizó un estudio fisonómico positivo del autor, logrando así su plena identificación.
En el trascurso de las averiguaciones, además, los investigadores comprobaron que el falso policía ya había ingresado recientemente en prisión por otros hechos delictivos cometidos con anterioridad.
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